Asturias es sidra y la sidra, son chigreros. Nadie entiende el Principado sin esa dualidad y, precisamente por ello, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida "Sidra de Asturias" quiere poner en valor a aquellas personas que aman la sidra y, además, hacen que otros la amen. Por medio de la campaña "Chigreros auténticos", que alcanza este año su segunda edición, las principales ciudades del Principado llevan todo el verano recubiertas de mupis y cartelones que a muchos sorprenden por ver en ellos las caras que cada día ven tras la barra, sirviéndoles ese culín que tanto presta.

Sin embargo, a quienes más sigue sorprendiendo es a los propios protagonistas, que no se acostumbran a ver su rostro en grandes dimensiones ocupando los principales recovecos de la ciudad.

Es el caso de Pilar Álvarez, de la sidrería El Restallu de Gijón, con cartelón enorme en plena Escalerona. Álvarez asegura que contaron con ella "porque somos pocas chigreras". La suya es la voz de la experiencia de quien ha vivido de todo detrás de una barra, con una botella de sidra en una mano y un vaso en la otra. "La verdad que no me esperaba que fueran a contar conmigo para esta campaña", explica Álvarez, quien deja entrever que ya hizo sus pinitos en su juventud. "Yo me encontré muy a gusto, me decían que pusiera caras, que posara de una manera y de otra", relata la hostelera gijonesa, "hicieron muchísimas fotos con distintas expresiones y al final me escogieron". La suya es una de la media docena de imágenes de chigreros que se pueden ver por Gijón. "A mis años ya lo veo como si fuera lo más normal del mundo", analiza entre risas, "los clientes nos dicen que por qué no ponemos el cartel aquí en la sidrería. A todos les encanta y me preguntan que si está retocada", bromea Álvarez, "aquí es todo al natural como la sidra, no iba ni maquillada".

"La verdad es que fue muy divertido y, sobre todo, muy bonito. Todo lo que sea para fomentar que la gente beba sidra con Denominación de Origen, me parece bien", asevera la chigrera, "hay que promocionar lo nuestro y concienciar a la gente, que es manzana de aquí, de Asturias, y está muy rica".

Otra de las caras que recogen los mupis publicitarios -grandes espacios para los anuncios en las calles- es la de Alejandro Morán, de la sidrería La Pámpana, que confiesa que "nunca soñé si quiera ser imagen publicitaria de nada". Para el chigreru, la campaña tiene un componente claro en el que él encaja, de ahí su elección: "quieren llegar cada vez más a la gente joven, que son los que tienen que seguir tirando por ello de cara al futuro". Para Morán, "la cerveza está ganando mucho hueco a la sidra entre la juventud". De ahí este tipo de campañas.

"Estoy muy orgulloso", explicita el hostelero gijonés, "es un reconocimiento a nuestro trabajo". Morán explica que "es extraño verte por ahí en los carteles, no estamos acostumbrados y las coñas de los clientes y amigos nunca fallan", asegura entre risas este hostelero que tiene un cartelón enorme con su rostro frente a la plaza de El Bibio.

Para Morán, "la sidra con Denominación de Origen garantiza un nivel de calidad que de otra forma no se puede garantizar. Además la materia prima es de aquí". El chigreru cree que "está aumentando el consumo de la sidra con Denominación de Origen, pero es un camino largo y tenemos que ir poco a poco informando y educando a la gente".

La sonrisa de Alejandra Venegas, de la sidrería parrilla Ramón, recorre el Principado en la parte de atrás de los Alsas. "Es muy gracioso, los clientes me mandan fotos o me dicen: fui detrás de ti hasta Oviedo", relata entre risas. Ella cumple los dos perfiles, es mujer y joven, pero ello no quita que "siempre hemos estado al pie del cañón, echando sidra, tratándola con cariño y cuidándola". Su aparición en la campaña "me hizo mucha ilusión y me animó a participar en concursos de escanciado". Para Venegas "no se puede pedir más" que ser embajadora de la sidra en Asturias, "es un producto muy nuestro y somos nosotros los que lo tenemos que valorar y fomentar". Y rompe una lanza en favor de la sidra con Denominación de Origen: "no hay producto más asturiano que la sidra, pero muchas veces su materia prima no es del Principado".

Christian Valle, de la sidrería Nueva Uría agradece "que se nos vea, que piensen en nosotros, los chigreros. Hay que tirar por lo nuestro". Por ello, "es un orgullo" participar en la campaña "aunque la gente me pique y me haga coñas". Valle asegura que "se nota mucho el incremento de ventas por el verano y hay gente que viene ya a tiro fijo a beber sidra con Denominación, pero a otros les echa para atrás la diferencia de precio" -hasta 50 céntimos por botella respecto a la normal-. Pero "la gente que prueba, repite", enfatiza el hostelero. Y es que, como dicen los auténticos chigreros, "la mujer, como la manzana: la mejor, la asturiana". Y si es para hacer sidra, más.