La playa, ríos y piscinas son los reyes del verano. Hay que aprovechar le buen tiempo, aunque a veces escasee, para darse un chapuzón. Pero estos espacios tienen sus riesgos y prevenirlos es esencial para evitar tragedias.

Este verano las playas asturianas ya han sido testigos de varios incidentes que han resultado fatales. La Federación Española de Salvamento y Socorrismo, hasta el 15 de agosto, ya contabilizaba 9 fallecidos por ahogamiento en Asturias. A ellos hay que sumar las muertes debidas a paros cardiacos y otras dolencias, como el caso del turista alemán que fallecía en Salinas la semana pasada.

La información y la prevención de riesgos son la clave para evitar los incidentes en las playas, piscinas y otras zonas de baño. Una mayoría de los ahogamientos se debe a imprudencias, muchos factores que pueden poner en peligro la vida de los bañistas y que son fácilmente evitables.

"La hidrocución es como una especie de electrocución, pero debida a la temperatura del agua", explica el socorrista Rodrigo Trelles. Este efecto se da al pasar de una temperatura alta a una fría de forma brusca y muchas veces puede acabar en la perdida de la consciencia.

"Hay que entrar despacio al agua, sobre todo si has tenido una larga exposición al sol", explica Antonio Trigo, jefe de SAMU de Asturias. La hidrocución se da muchas veces porque las personas se meten al agua después de una exposición prolongada al sol, cuando su cuerpo esta caliente. Este choque térmico produce el shock.

Evitar las horas más calientes y las exposiciones largas es fundamental. Un paso que, además de ser importante para el cuidado de la piel, también puede prevenir incidentes graves en la playa. "Las bajadas de tensión y los golpes de calor pueden ser muy peligrosos en el agua", explica Trigo. "La hidratación es clave, pero también no excederse con la exposición", añade.

En el caso de las personas son problemas cardiovasculares las precauciones tienen que ser mayores. La tensión juega un papel determinante a la hora de sufrir golpes de calor o choques térmicos. "La gente joven suele tener problemas por no evitar riesgos, pero los mayores en general son casos debidos a problemas de salud", explica Trigo.

El alcohol y algunos fármacos también son factores de riesgo, ya que afectan directamente a la tensión, por eso hay que adoptar precauciones extra en el caso de tomarlos. Lo mismo ocurre con las comidas copiosas, "lo que normalmente conocemos como un corte de digestión", comenta Trelles, que en realidad no es más que una hidrocución.

La implantación de desfribiladores automáticos en las playas y certificar la cualificación para su uso es una de las exigencias más repetidas por los socorristas. "Es un aparato que puede salvar muchísimas vidas en el momento", explica Trelles.

Conocer las zonas de baño, las corrientes o la señalización por banderas, y hacer caso a indicaciones de los propios socorristas parece algo poco importante para una parte de los bañistas, que ignoran los riesgos. El pasotismo es una queja frecuente del personal de Salvamento. "La gente solo hace caso a los socorristas cuando pasa algo y hay que ir a sacarle del agua, nunca cuando se lo dices a la primera", critica Rodrigo Trelles.

CLAVES PARA PREVENIR

CONOCER LA PLAYA

Es fundamental para controlar las zonas de baño y las zonas donde está prohibido. Informarse de cómo es la playa, que zonas son peligrosas o tienen corrientes, antes de ir es un paso importante para prevenir los riesgos como explica Rodrigo Trelles.

Contar con desfibriladores

La implantación de un desfibrilador automático y enseñar al personal a usarlo es una de las reclamaciones de algunos equipos de salvamento. No en todos los arenales asturianos se cuenta con uno, pero todos coinciden en que podrían salvarse muchas vidas

Hacer caso a los socorristas

El pasotismo de muchos bañistas ante las indicaciones del personal de salvamento es una queja frecuente de estos trabajadores. "Siempre hay que hacer caso, y a la primera, no vale hacerlo cuando pasa algo y ya hay que ir a sacarle del agua", crítica Trelles.

Conocer las banderas y respetarlas

El desconocimiento del significado real de las banderas es otro problema común que pone en riesgo a los bañistas. "Mucha gente piensa que la roja es que el mar es peligroso y que tienes que tener cuidado, pero en realidad es prohibición total", ejemplifica el socorrista.

Alcohol, fármacos y comidas copiosas

La ingesta de alcohol o fármacos o haber realizado una comida muy copiosa pueden influir en el riesgo de sufrir una hidrocución. La tensión y la temperatura pueden verse afectadas por el alcohol y los medicamentos. Y en el caso de las comidas una hidrocución se convierte en lo que conocemos como corte de digestión.

Problemas cardiovasculares

En caso de padecer enfermedades cardiovasculares es necesario tomar precauciones extra. Los problemas en la tensión arterial, en especial si se tiene baja, son un factor de riesgo para sufrir golpes de calor o hidrocuciones. Se debe tener mucha atención a la exposición solar y a la temperatura del agua.

Meterse lentamente en el agua

Esta es la clave para evitar una hidrocución, uno de los riesgos menos conocidos. De esta forma se reduce el choque térmico que en algunos casos puede llevar a la perdida de consciencia que en el agua sería fatal, como explican desde salvamento.

Evitar largas exposiciones al sol

Y hacerlo en las horas de máximo calor. Las bajas de tensión o los golpes de calor pueden ser consecuencia directa de estas exposiciones y en el agua pueden resultar mortales. "No exponerse tanto al sol e hidratarse bien es fundamental", explica Antonio Trigo, jefe de SAMU en Asturias.