Los años 50 del siglo XX fueron una década de profundas transformaciones en la villa y los avilesinos quisieron revivir ayer aquellos tiempos en el parque Ferrera. El musical "Carretera de Avilés" -que toma prestado el nombre de la conocida canción- llenó -sería más correcto decir abarrotó- los alrededores del quiosco del parque de un público animado e interesado por escuchar y conocer la música popular y la lírica compuesta en Asturias a mediados del pasado siglo. Tantas eran las personas que quisieron ver la actuación que hubo quien llevó sus propias sillas de casa. "Yo sabía que iba a haber bastante gente, así que le dije a mi marido que nos llevábamos los taburetes de casa al parque", comentó María del Carmen Martínez.

Medio centenar de artistas fueron los encargados de transportar, durante aproximadamente una hora, más de 60 años atrás a los espectadores que contestaron a la actuación con aplausos y risas de manera continuada. "Por aquel entonces, Avilés era una villa de 15.000 almas, cada una de ellas con su propia historia", así comenzó la narración, creada por Santiago García Castañón, que se encargó de llevar de paseo a los espectadores por la Asturias rural, la industrial y la costumbrista, aquellas que se mezclaron durante años para dar a luz el Avilés de hoy.

Este musical nace tras el éxito de "Avilés 1900", la zarzuela que acercó al recinto a más de 3.000 personas que disfrutaron al son de las canciones de la tradición popular de principios del siglo pasado. "Yo ya vine el año pasado a ver la zarzuela, por eso este año no dudé. Nunca viene mal conocer la historia de tu ciudad", dijo Pedro López, uno de los numerosos asistentes.

La obra resultó ser una singular convergencia de talento asturiano, en la escritura, música y danza, que encajó a la perfección sobre el escenario del quiosco del parque Ferrera iluminado de azul, contrastando con la oscura noche de ayer.