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SERGIO ÁLVAREZ MOYA | Jinete

"Podríamos ser de los mejores concursos del mundo"

"Clubes grandes como El Asturcón, hicieron daño a la hípica asturiana"

Sergio Álvarez Moya (Avilés, 1985) vuelve a Las Mestas. Será su último concurso de la temporada ya que en cuanto acabe pasará por el quirófano par arreglar su maltrecha rodilla.

- ¿Cómo se encuentra después de la grave lesión sufrida a principios de año?

-Sigo con dolores en la rodilla y de hecho cuando acabe este concurso voy a operarme.

- Ha inscrito a "Carlo 273" un caballo ya veterano. ¿Qué espera de él?

-Sí, ya tiene 17 años y tengo que medir bien qué pruebas corre, además las pistas verdes no son lo mejor para él porque sufre más. Va a correr la grande de mañana (por hoy) y si nos clasificamos correremos también el Gran Premio, pero nada más.

- ¿Con qué objetivo viene al concurso de Gijón?

-A aparte de "Carlo 273" los otros caballos que traigo son muy jóvenes. "Astrale de Lunay" apenas tiene experiencia y "Astoria" aunque tiene un poco más no está lista para pruebas de este nivel. Venía como quinto jinete para el equipo español de la Copa de Naciones pero tuvimos la mala suerte de que el caballo de Gerardo Menéndez tuvo un cólico hace una semana y voy a entrar yo, aunque la yegua nunca ha hecho una prueba así.

- ¿En Gijón acaba la temporada?

-Sí porque me voy a operar y tendré que estar tres meses parado.

- ¿Lo tenía planificado o surgió así?

-Cuando tuve la caída vieron que tenía un ligamento roto y aunque me dijeron que podía seguir compitiendo, al final cuando montas con dolor y ves que no acaba de solucionarse, lo mejor es parar y operarse para comenzar el año bien.

- El año pasado no compitió aquí y durante este año se están empezando a mover las cosas para adaptar este concurso a lo que habitualmente se hace en el resto del mundo. ¿Cómo ve estos cambios?

-El año pasado no vine porque después tenía el concurso de Calgary, que es el de mayores premios del mundo, y no me cuadraba estar en Gijón y luego allí. Pero siempre vine a este concurso, siempre me ha gustado. Se puede decir que el de Gijón es una cita a la antigua y que tiene cosas que hay que mejorar, como la pista de ensayo o el programa. Pero al margen de esto hay que mantener la identidad del concurso, como las apuestas, o los obstáculos. Aquí siempre me han dado un trato excelente. Acabamos de llegar y no sé muy bien qué cambios se van a hacer. Habrá que darles un tiempo antes de valorar.

- Usted conoce todos los concursos del mundo. ¿Hay muchas diferencias de éste con el resto?

-Calgary es un concurso diferente a los demás, Dublín, Hickstead, son todos diferentes como también lo es Gijón, con pistas muy especiales. Éste es un concurso municipal y en los ayuntamientos las cosas suelen ir despacio para todo. Hay que ir poco a poco, tratar de que haya más patrocinadores y que se suba la dotación económica. Aquí hay una gran infraestructura y mucho público y podríamos hacer uno de los mejores concursos del mundo pero estamos lejos de que lo sea. No hay más que mirar el ranking de la gente que está aquí.

- Se dice que es imposible hacer un concurso internacional con patrocinadores locales.

-Cualquier patrocinador que quiera echar una mano siempre es bien recibido, porque no hay tanta gente que quiera hacerlo. Lo que sí hay que hacer es dar una vuelta al programa y hacer dos o tres pruebas con premios importantes y que funcione el boca a boca, que los que vengan vean que las cosas se hicieron bien. Igual hay que adaptar el calendario. Se me ocurre que igual sería bueno hacer el concurso después de Estoril (se celebró este año en junio), para que la gente que baja a competir allí a la vuelta pueda parar en Gijón. Todas esas cosas ayudan. Para la mayor parte de los jinetes venir a España supone muchos kilómetros de desplazamientos y miden muy bien qué concursos corren. Este concurso coincide con Bruselas que reparte más dinero, y a la mayoría les queda más cerca.

- Las Mestas está a punto de perder la "O" de oficial. ¿Le preocupa?

-Al concurso no le hace falta tener una Copa de Naciones para nada; quita mucha maniobra a la hora de elegir a los participantes porque dependen de los jefes de equipo. En el momento que sea un CSI puedes elegir tú y puedes traer a los mejores del ranking que es lo que interesa. En Gijón hay un concurso al año y el público quiere ver a los mejores.

- Se habla también de cambiar alguna de las pruebas.

-Los concursos se basan en tener dos o tres pruebas de gran dotación económica y luego el resto son pruebas de cara al público, de velocidad o con caballos más jóvenes que se están rodando. Hay que centrase en que en el programa haya dos o tres pruebas de gran nivel con un montante económico bueno para que la gente se plantée venir. Si hay un Gran Premio con 300.000 euros la gente vendrá, la pista la tenemos y el público también.

- Hay más asturianos que nunca en Las Mestas.

-Eso son temas políticos, todo el mundo opina, pero si queremos que sea un concurso profesional de verdad tienen que estar los mejores, sean de donde sean. Si queremos tener el mejor concurso de España o de Europa lo que tienen que estar son los mejores. Pero eso es una decisión que tiene que tomar el Ayuntamiento, él sabrá lo que le interesa y lo que no.

- ¿Le gusta la formación, dar clases a jóvenes jinetes?

-No. Son cosas incompatibles. Por el ritmo de viajes y de competición que llevo no podría hacerlo. Me gusta hacer las cosas bien y si entreno a alguien tengo que dedicarle tiempo y en estos momentos es imposible.

- ¿Cuando empezó echó de menos tener más centros de alto rendimiento, más facilidades?

-Cuando empecé lo mejor que me pasó es que tenía al lado El Forcón y a Víctor Agüero, que era de lejos el mejor entrenador que había en Asturias. Creo que los clubes grandes como cuando surgió El Asturcón hicieron daño a la hípica. Esto tiene que ser como una pequeña familia y que todo el mundo se ayude. Las cosas tan a lo bestia como fue El Asturcón con profesores que no tenía el nivel para dar clase fue algo que hizo daño a la hípica asturiana.

- ¿Qué importancia le da al equipo, a la gente que le rodea?

-Sin el equipo que tengo sería imposible estar donde estoy. La gente que cuida de los caballos da la vida por ellos, viajan y duermen con ellos. Al herrador lo llamas cualquier día a cualquier hora. Los caballos no entienden de horarios, cuando les pasa una cosa hay que estar ahí. Ahí radica la importancia del equipo.

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