El concurso de escanciadores de Nava también tuvo que recurrir al VAR. El sistema de control de las jugadas por imágenes grabadas que revolucionó el fútbol también vale para el mundo de la sidra. En un primer momento, el jurado había dado como vencedor a Salvador Ondó pero, tras revisar las imágenes, se vio que quien debía ostentar el título era Wilkin Aquiles. Este pequeño contratiempo no llegó a más. Ambos escanciadores son veteranos en estos menesteres y reconocen que el jurado ha aplicado la justicia en todo momento. "Wilkin es el justo ganador. Yo no quiero que me lo regalen. Quiero pegarme con el mejor y, si me gana, darle la mano. A la organización hay que darle un voto de confianza porque lo hicieron de la forma más transparente posible. Esto es lo que llevamos tiempo demandando los escanciadores, que se aplique la normativa al 100%", argumentaba Ondó.
Aquiles, el vigente campeón del concurso de escanciadores de Nava, explicaba: "Hubo en dos culetes una confusión y se dieron cuenta al mirar la cámara. Esto es como la Fórmula 1, por la décima hay muchos cambios". Ondó, por su parte, emplaza a Aquiles a la siguiente cita del campeonato. "Tendremos pronto otro Márquez vs. Rossi en el campeonato", bromeaba.
El concurso de escanciadores de Nava se resolvió con el tercer puesto para Marcos Ramos y el cuarto para Pablo Álvarez. En cuanto al mejor escanciador de Nava, el título recayó en Magdalena Sangrouber.
El concurso naveto, a pesar de celebrarse a puerta cerrada, fue seguido en directo por las redes sociales y, el hecho de haber llegado la sidra al VAR le dio más emoción aún. Lejos de la tradicional instantánea de los escanciadores echando culetes en la plaza Dominganes, este año se celebró en el Llagar de Sorribes y con mascarillas.
