Un volador y una descarga de aplausos fue la emotiva ofrenda que Cangas del Narcea realizó a la Virgen del Carmen. Las procesiones no llegaron a celebrarse, pero la Virgen salió durante unos minutos de su capilla para recibir la oración de pólvora que cada 16 julio, pasadas las ocho de la tarde, los cangueses le brindan a través de la Sociedad de Artesanos.
La crisis sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus obligó a suspender todos los actos festivos, incluida la tradicional Descarga, y en lugar de salir hacia el cielo 80.000 voladores durante unos seis minutos lo hizo solo uno, de la mano del presidente de la Sociedad de Artesanos, Luis Martínez Tejón, que esta vez fue seguido por los aplausos de las decenas de personas que, cumpliendo con la tradición canguesa, se acercaron al entorno de la capilla del Carmen después de la misa de la tarde.
Esta es la primera vez que la Descarga se suspende, hasta en la Guerra Civil aseguran que se siguió celebrando, aunque cambiando los voladores por salvas con fusiles. También sufrió en dos ocasiones un cambio de fecha porque el mal tiempo impedía tirarla. La última vez fue a finales de los años ochenta, cuando se celebró el 18 de julio.
Ayer solo fue un volador, pero suficiente para que la Sociedad de Artesanos lo considere Descarga. "Para mí un volador es la Descarga, para mí y para cualquier presidente, esto no es una derrota, sino una victoria, la Virgen salió al muro y pudimos tirarle una oración de pólvora", asegura el presidente.
Las lágrimas y abrazos entre los artesanos siguieron al emotivo homenaje. "Hay mucha emoción porque en la historia de los 118 años de la sociedad es la primera vez que pasa esto, pero para mí si sale un volador ya es Descarga, lo importante es que no se manque nadie, ese es nuestro lema", señala Juan Manuel Fernández, expresidente de la Sociedad de Artesanos.
Emotivas también fueron las misas celebradas durante la mañana tanto en la capilla del Carmen como en la basílica, puesto que contaron con las voces de la coral polifónica de Cangas del Narcea y este año por primera vez también con la del tenor cangués Moisés Molín. "Fue muy emocionante, cada uno tiene que dar lo que puede y ahora tenemos que transmitir tantísimas cosas que las palabras son insuficientes y necesitamos rellenarlas con la música, es un granito de arena ante todo esto que está pasando y para la gente que sigue sosteniendo las tradiciones", destacó el tenor.
Las calles de Cangas del Narcea no tuvieron el ambiente festivo de años anteriores, pero sí se pudieron ver las terrazas de los establecimientos hosteleros concurridas y muchas personas paseando por el centro de la villa y pendientes de lo que ocurriría en el Prao del Molín pasadas las ocho de la tarde. "Es un día muy triste para el pueblo de Cangas, no solo para los artesanos, y no poder tirar la Descarga solo se podrá curar con una Descarga", aseguró Evencio Asenjo.
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