Con mascarillas, gel hidroalcohólico siempre a mano y manteniendo las distancias de seguridad es como se están desarrollando este verano los campamentos que organiza el Ayuntamiento de Tineo para los niños del concejo de entre 6 y 14 años. Las medidas de seguridad que se deben tomar para evitar contagios por coronavirus obligan a que las actividades se realicen al aire libre y que los grupos se hayan tenido que reducir de los 40 participantes de ediciones anteriores a 18. No obstante, lo que no ha cambiado es la diversión con la que se afronta cada jornada.
"No va a ser como el año pasado, pero seguro que las monitoras nos van a impresionar y nos va a encantar", asegura Yago Martínez, que es uno de los asistentes al segundo turno del campamento que se inició el lunes. Reconoce que respecto a otros años echa de menos no poder ir a la piscina, que este año abre solo en horario de tarde, ni utilizar las instalaciones del polideportivo como el rocódromo, pero asegura que las actividades que están haciendo en estos primeros días también le gustan mucho.
Actividades deportivas, yincanas, teatro y manualidades que se llevan a cabo tanto en el recinto ferial como en el campo de San Roque ocupan las tres horas diarias dedicadas al campamento y hacen las delicias de los más pequeños. "Nos divertimos muchísimo, hacemos mucho deporte y en ese momento las mascarillas agobian un poco, pero nos acostumbramos", explica Daniela de la Cera.
Su compañera Lucía Álvarez destaca además la oportunidad que le ofrece el campamento de conocer a nuevos niños y trabajar en grupo. "Este año hay que hacer las cosas con más cuidado, pero mola mucho y las monitoras son muy majas", añade.
En general, los asistentes aseguran que no tienen miedo al virus y asumen todas las indicaciones que deben tener en cuenta para protegerse. "Al virus le tenemos un poco de miedo y aunque no me gusta mucho llevar la mascarilla, hay que aguantar con ella", asegura Aitana Suárez. A su lado, Emma Fernández señala que solo siente miedo "si estoy sin mascarilla, ya estoy acostumbrada a llevarla".
Entre otros cambios a los que han tenido que habituarse está el tener que llevar su propio material para hacer las manualidades, como las pinturas, con el objetivo de no compartirlo. "Traemos nuestros estuches y nos echan gel cuando llegamos, antes y después de tocar las cosas y cuando nos vamos", describe Lucía Álvarez.
Aurora Pertierra, responsable de la Oficina Joven de Tineo, reconoce que la situación de crisis sanitaria ha hecho que la demanda para asistir a estos campamentos, que son gratuitos, haya bajado. "Incluso una vez apuntados hubo familias que tuvieron dudas, pero la experiencia de la primera quincena fue buena y los críos se fueron contentos, disfrutaron mucho", destaca.
Para los participantes, estas jornadas lúdicas son unas aliadas para llenar de actividad al menos una parte del día durante las largas vacaciones de verano. "Las mañanas son muy aburridas en casa, aquí se nos pasa el tiempo volando", asegura Carmen Feito.
En Cangas del Narcea también se han hecho colonias urbanas a principios de julio y se repetirán en agosto.
