La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Hambre de canasta en Cangas del Narcea

El campus del Oviedo Baloncesto, sin contactos por el virus: "Los echamos de menos, pero estamos encantados"

Amine Fourati realiza una entrada a canasta durante un entrenamiento, ayer, en Cangas del Narcea. NOÉ MENÉNDEZ

El baloncesto ha vuelto al centro de los focos de atención. La burbuja creada por la NBA en Orlando, Estados Unidos, está en boca de todo aficionado al basket, ya que es la única liga profesional que aún queda por jugarse. Con la competición española ya finalizada, con el Baskonia como nuevo campeón, son pocos los focos donde aún se practica este deporte lejos de las típicas pachangas entre amigos. Cangas del Narcea es uno de esos focos. El concejo más grande del Principado ha sido el elegido por el Liberbank Oviedo Baloncesto para la decimoquinta edición de su campus, en el que niños y niñas de entre 8 y 18 años pueden pasar unos días viviendo al máximo su pasión.

Fernando García es el director de cantera del club y uno de los responsables del campus. Este año es el primero en Cangas del Narcea, pero desde el equipo se muestran encantados. "Cangas del Narcea es un municipio amigo, tuvieron muy buena predisposición, lo que nos ayudó mucho. Nosotros empezamos en Grado y después nos pasamos a Luarca, donde llevábamos ya varios años. Este año las condiciones sanitarias no nos podían asegurar que en Luarca podíamos hacer el campus en las mejores condiciones, porque dependíamos de diferentes instituciones a la hora de la cesión de espacios y no se podían coordinar. El Ayuntamiento de Cangas del Narcea nos puso muchas facilidades, por lo que nos decidimos a venir".

El covid-19 ha sido uno de los grandes condicionantes al hacer esta edición del campamento. "Teníamos muchas dudas, porque se han hecho muchas regulaciones, pero este tipo de eventos estaban un poco en el aire. Hemos tenido que hacer un protocolo y un plan de contingencia covid, desarrollado por nuestros servicios médicos y coordinado junto al Ayuntamiento. Estamos al 50 por ciento de capacidad, cumpliendo todas las medidas de seguridad para que no haya ningún tipo de problema. Todos usan mascarilla, gel desinfectante, se les toma la temperatura dos veces al día, las mesas del comedor están distribuidas de una determinada manera? Intentamos cuidar todos los detalles", explica García.

Como todos los deportes, el baloncesto se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos. Para minimizar las posibilidades de contagio, se intenta que el contacto entre los alumnos sea el mínimo posible. "Tenemos que rompernos la cabeza para motivarlos. Los chavales echan en falta competiciones de 1 contra 1, 3 contra 3 o los partidos. Intentamos hacer competiciones de tiro, trabajar un poco menos lo táctico y más de técnica, hacemos ejercicios más auditivos y visuales para mantener a los jugadores lo más motivado posible" confiesa Alejandro González, entrenador que lleva 10 años trabajando en este campus.

A pesar de esto, los participantes están encantados. "Lo que más me está gustando es la experiencia con los chavales, cómo están trabajando y las ganas que hay de aprender. Es más difícil hacer las tareas, pero nos estamos pudiendo adaptar a la situación. Las instalaciones son geniales y el sitio es muy bonito", comenta Adrián Gerónimo, uno de los más veteranos. Su compañero Javier Garrachón también se muestra muy contento con la experiencia. "Estoy encantado. La unión que hay entre entrenadores y jugadores es muy buena, lo que facilita los entrenamientos. Están haciendo que los ejercicios sean diferentes, y aunque el contacto se echa de menos, son capaces de hacerlos muy amenos y útiles".

Compartir el artículo

stats