El Concurso hípico de Luanco regresó a La Mofosa en un año que nunca se olvidará en lo que a materia sanitaria se refiere. "El covid nos ha marcado bastante", lamenta Santiago Núñez, presidente de la Sociedad Ecuestre de Luanco, organizadora de la competición. "Estamos en julio y parece que sea abril", añade Núñez, en relación al ritmo de competición, afectado por el parón del confinamiento.

Al igual que el resto de competiciones deportivas, la equitación también se ha visto afectada por la crisis sanitaria. En este marco, Santiago Núñez aclara que "al competir caballos jóvenes, un año en blanco puede frenar su potencial de competición". "No podíamos dejar de organizar el concurso", remata Núñez. En relación a los patrocinadores, "han bajado mucho, claro", recalca el presidente de la Sociedad Ecuestre de Luanco. "Muchos han preferido irse a otro tipo de deportes", finaliza.

En cuanto al protocolo sanitario, una de las premisas para la celebración del Concurso hípico de este año era cumplir minuciosamente los mínimos exigidos por la Federación Asturiana de Hípica. "Nosotros vamos más allá", subrayan los organizadores. "A cada persona que entra se le toma la temperatura y se rellena una ficha con sus datos por si hubiera que hacer un rastreo", añaden. "Además, nosotros, al tratar con caballos, estamos muy acostumbrados a los protocolos sanitarios", finalizan.

En las dos tandas de que consta el concurso las gradas estarán vacías de público general, pero habrá sitio para organizadores, jueces y jinetes. La primera de las competiciones termina hoy y la siguiente está prevista para el fin de semana que viene. En cuanto a la solución para el gran público, y a la par una de las novedades de esta edición, pasa por la retransmisión en directo de la competición vía "streaming" en la página web "clipmyhorse".

Los que pudieron tomar asiento de manera física disfrutaron de "unas vistas envidiables", celebra Martina Villa. "Tenemos amigas que compiten y las ayudamos en lo que necesiten", señala su compañera Llara González, de Siero. "Tenemos hijos que compiten. Es una fecha que para nosotros ya es una de las señaladas en el calendario", explican Nieves Álvarez, de Oviedo, y Alejandra Cuadriello, de Cangas de Onís. "Es el torneo que más me gusta del año", comenta la joven amazona avilesina Nicol Estebas, de 16 años. "Llevo montando desde los seis, pero a ésta en concreto ("Dominanta", de 12 años) desde el año pasado", remata la joven.

En relación al tema estrictamente competitivo. El sevillano Igor Maestre fue el ganador de la prueba de salto de 1,10, a lomos del caballo belga "Porsche 911", de cinco años. "Lo más importante de todo es que el caballo coja experiencia y ritmo de competición", señaló al final de la prueba, y ya en poder de su medalla. En esa misma prueba participó Jacobo Ariza, a lomos de "Calvaro R". "Es el segundo año que venimos (desde Madrid) y estamos muy contentos de estar aquí", explica junto a su equipo.

En definitiva, la jornada se disputó con total normalidad, en el marco de una edición que quedará para el recuerdo. Todos quedaron satisfechos, tanto en el turno de mañana como en las modalidades de por la tarde.