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Silo con arte en Porrúa

La llanisca Nieves González promueve una cita de creadores para decorar los plásticos donde guardan la hierba

Valentina García salta desde uno de los silos decorados, con Irina García al fondo, en brazos de Baldesca Samper. Pablo García Sacristán

Los artistas siempre miran diferente. Por eso creen que el arte puede brotar en cualquier lugar. Nieves González es una de esas personas que crea de forma constante. Imagina y pinta. Y hace que su idea pareciera evidente antes de parirla y muy buena después de criarla.

La última creación la ha hecho en su casa, en Porrúa (Llanes), con las bolas de silo que los ganaderos se afanan en acopiar en verano para dar de comer a sus animales durante el invierno. Es una operación que aúna el arte y la tradición. Y ambas están muy vinculadas al pequeño pueblo llanisco, donde el carácter emprendedor de sus gentes siempre da alguna alegría.

Vinculada a la asociación cultural Llacín desde hace tiempo, su presidente, Gerardo Gutiérrez, le había propuesto la idea de auspiciar una actividad cultural en el colectivo. Y en un viaje a Francia, cuenta González, "yendo hacia una boda, vi señales en las bolas de silo que indicaban por dónde se iba" a la ceremonia. Aquello fue el germen. Y lo de ahora, el fruto.

Por el momento hay pintadas tres bolas de silo en un intento por comprobar qué pinturas convienen y cuáles aguantan más el ciclo del plástico que envuelve el alimento para el ganado. "Probamos con pinturas acrílicas de pared y algunos barnices, también echando antes una imprimación, y así vamos viendo qué interesa más y qué no", explica. Porque "tenemos que recordar que esto es arte temporal", teniendo en cuenta que el plástico se elimina una vez el ganadero eche mano del sustento de sus animales.

Analizados los materiales, la artista comenzará a dar forma la cosecha. "La idea es hacer una convocatoria de artistas para pintar bolas, un festival de cuatro o cinco días donde se pinte, pero también se hagan actividades culturales alrededor de la tradición y la vida de Porrúa", anuncia. La iniciativa tendrá carácter bianual y aspira a reunir en la pequeña aldea llanisca a artistas con ganas de dejar huella en el mundo tradicional.

Esta porruana de 32 años titulada en Bellas Artes sigue aún sorprendida por la acogida de la idea, "la gente del pueblo está contenta, los ganaderos también lo están", celebra. Y es que no es lo mismo entrar en Porrúa (por la parte este) y ver cómo cientos de bolas de silo envueltas con plástico negro inundan los praos de la zona que ver cómo ese envoltorio se llena de flores, adornos y un estilo muy propio de la artista local. El paso siguiente, viendo la acogida, será pintar las bolas de silo de la otra entrada, la más cercana a Celorio (oeste) con idéntico propósito. Crear y alegrar la vista de quien mira.

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