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Viejas glorias

Viejas glorias

Todo el mundo lo conoce con este sobrenombre, aunque el que figura en los papeles es más cosmopolita, New Identity. Pero los madrileños no entran por esas, así que "Viejas glorias" para todos. Lo abrieron hace poco en ese corazón de la capital que es la Gran Vía, la antigua avenida de José Antonio, cuatro famosos del espectáculo, el vasco Ion Echamorro, la americana Gwineta Palmer, el andaluz Pillín Domecq y el madrileño Vítor, al que sus socios llaman cariñosamente "el Abuelo".

-Es porque soy un poco mayor que ellos, pero muy poco, así que lo tomo a bien, porque me siento más joven que cuando entré de pinche en La Bocamina, el restaurante más conocido como Casa Villa. Lo que no les perdono es que me anden escondiendo todo el día el tabaco- dice este hombre que ya no sube ni media octava pero ahora da unos do de pecho con sus merluzas que causan impresión.

-La cocina era lo nuestro y no lo sabíamos. Perdimos mucho tiempo por sendas equivocadas. Pero nunca es tarde si la dicha es buena, con las pensiones de risa que tenemos, y el caso es que nuestros platos sí que triunfan. No hay más que ver lo que es capaz de hacer la gente por conseguir mesa en nuestro establecimiento- asegura el actor-cocinero (o cocinero-actor) Echamorro.

-Es verdad - añade Pillín con su inigualable gracejo andaluz-, habíamos empezado la casa por el tejado, ya ven, y a la fama terminamos por llegar no con la danza sino con la panza, quiero decir por el paladar. Ahora sí que estamos de verdad en la azotea, como príncipes. Nadie recuerda ya una sola de mis canciones, pero hoy todo el mundo habla de ese gazpacho mío que remato con aceite virgen extra que elaboro en mi propia almazara, una pasada, cómprenlo si pueden. Y también nuestros recetarios.

Gwineta, que recorrió nuestra patria cámara al hombro de cocina en cocina y se las sabe todas, se muestra muy discreta, porque opina que sus socios son los verdaderos expertos en el fogón español.

-Yo me ocupo solo de las pinceladas yanquis, ya saben, las ribs, la ensalada Waldorf, el pavo relleno y esas cositas que también tienen un éxito increíble.

Así es, el éxito de "Viejas glorias" no se conocía igual en Madrid desde los días de Zalacaín, aunque el Viejas es bastante más popular pero no más barato. De dos meses no baja para lograr mesa.

-Fueron incontables los colegas que también habían escrito libros de cocina y abrazando una nueva vida querían sumarse a nuestro proyecto. Pero hubo que poner coto: más de cuatro en una sociedad, caos seguro; dos ya son muchos. Imagina además con nuestros egos- recalca un Pillín henchido.

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