Después de Nuestra Señora llega San Roque, dos festividades muy celebradas en toda Asturias, pero este año a medio gas. "Con pena" la celebraron ayer en Tineo por tanto control y cuidado que hay que poner para evitar el coronavirus. Pero en familia y con amigos se llevan mejor los disgustos, al igual que sucedió en otros muchos lugares como Llanes y Piedeloro y Candás (Carreño).

Tineo disfrutó de un San Roque muy especial. Los fieles al patrón vivieron "con pena" una jornada en la que se solo se pudo acceder al campo para comer y merendar y respetando las distancias de seguridad. El tiempo sí acompañó y, tal y como estaba previsto, se pudo celebrar la misa al aire libre.

El Ayuntamiento de Tineo decidió desalojar el campo a las 19 horas para evitar aglomeraciones "y por seguridad", según el alcalde, José Ramón Feito, quien agradeció "la responsabilidad de todos los asistentes" al encuentro. En las peñas vivieron un día "muy raro", como aclaró Daniel Díez, de la Peña "La Resaca". "Es un año especial y solo esperamos no repetir esta fórmula en 2021", dijo.

En la otra punta de Asturias, en Llanes, no faltó la diversión tampoco. "San Roque es venerado como protector contra las epidemias, así que hemos preparado cinco misas". Al salir de la tercera de ellas, Javier Abello, presidente del bando de San Roque, celebraba el éxito de la maratón de oficios. Muchos vecinos lucieron trajes por la villa y una vez salidos de ver al santo, optaron por una botella de sidra y unos calamares fritos en terraza: "Es un día particular, pero parece que el componente familiar y de juntarse con los amigos, no se está perdiendo".

Tras las tres sesiones de misa matinales, hubo otras dos de tarde, que también estuvieron completamente llenas. A la vez, unos kilómetros más al centro de Asturias, se encadenaban celebraciones en Piedeloro y Candás, ambas en Carreño. En el primero hubo una modesta procesión y misa. Por su parte, en Candás, dominó la música, especialmente la de la gaita, que sustituyó a las campanas de mañana y abrió los actos por la tarde. Hubo voladores, pasacalles y ceremonia litúrgica para cerrar una edición histórica de San Roque.