Una decena de moteros asturianos, encabezados por el langreano Rubén Fernández, realizaron el domingo una gran etapa hacia Avilés para llegar luego, por toda la carretera antigua de la costa, hasta las afueras de Ribadeo. Allí cumplieron con su encomienda de entregar literalmente el testigo a José Manuel García. Fue este motero de Lugo el que recogió el pergamino que en fines de semana sucesivos se irá cediendo a moteros de otras capitales gallegas. Y así, para seguir trasladándolo a otras Comunidades hasta completar esta particular Vuelta a España en moto y por relevos. El acto se celebró con un almuerzo en el restaurante El Huerto y luego la expedición asturiana completó la maratoniana jornada con regreso a sus hogares de Langreo, Cudillero, Gijón, Oviedo y Cancienes.
Todo se fraguó por redes sociales en el País Vasco con la intención de pasar por todas las capitales de provincia, incluidas las de Baleares y Canarias. El primer viaje lo hicieron unos moteros vascos que se reunieron con sus homólogos cántabros, y estos a continuación se desplazaron a Unquera para pasarles el testigo a los asturianos. La cita se planteó para motos de 125 centímetros cúbicos pero también pueden participar quien se anime con vehículos de dos ruedas de mayores cilindradas.