De un lado una performance con la presentación del fanzine “Páxaros na tiesta” que libere todo el torbellino de ideas que rondan por la cabeza. De otro, una pieza musical teatralizada para reflexionar sobre la muerta, la identidad sexual e incluso reivindicar la llingua asturiana, bajo el título de “Morrú”. Los dos proyectos, que forman parte de los trabajos de residencias artísticas de Laboral Centro de Arte, verán la luz este sábado ante el público a partir de las 18.30 horas, con acceso gratuito hasta completar aforo. “Era un reto cuando lo iniciamos. Tenemos muchas ganas de mostrarlo”, explican las protagonistas de estos proyectos.

Sobre estas líneas, preparación de “Páxaros na tiesta”. En el círculo, Catalina del Riego. | Ángel González

Catalina del Riego, del colectivo “Toc-Hadas”, aborda en “Páxaros na tiesta” una performance con una idea clara: “Tratamos las diferentes capacidades de las personas, acercamos aquellas que nos toca el corazón, para expresar los pájaros que tenemos en la cabeza”. A través de la experimentación con la escritura, el dibujo o creando tocados, buscan expresar una forma de supervivencia y resistencia. “Nos sentimos identificadas con ser altamente sensibles y por eso digerimos cada día una realidad que es dura de por sí y soportamos a duras penas”, explica Catalina del Riego, en alusión a la filosofía del colectivo “Toc-Hadas”, que se traslada a esta performance: “Somos un colectivo de apoyo mutuo y orgullo loco que utiliza el arte como forma de evasión y transformación del estado actual de las cosas”.

Arte experimental para la reflexión

En “Páxaros na tiesta”, por tanto, entra en juego uno de los conceptos invisibles hasta hace poco, pero más reconocidos con el paso del tiempo: la salud mental. En la puesta en escena aparecerá un avión. “En estos tiempos es más necesario que nunca fantasear y evadirse, encontrando vías de escape mediante el arte experimental”, comenta. “Vamos a hablar de cosas tan graves, que el avión nos ayuda a alejarnos del centro de la tierra para que la realidad no nos aplaste”, añade.

Pedro Menchaca y Paula Tomé son dos de las personas que participan en esta performance, en la que aparecerán personajes imaginativos, como una monja, que pasa de llamarse “Mor amén” a “Mor amor”, o un psiquiatra bajo el nombre de “Dr.gas”.

La música de Julia Fernández se combinará con Verónica Fernández recitando en “Morrú”, un proyecto que se compone, según sus autoras, de “sentimientos, canciones y textos, casi como si fuese un cuento”. Junto a una proyección de vídeos de fondo esta pieza adquiere un potente tono reivindicativo. “Queríamos tocar muchos palos, pero por encima de todo está la identidad lésbica”, comenta Verónica Fernández, que enfatiza en el carácter reflexivo de la obra, tanto para ellas como para el público: “Lo que queremos es hablar de nuestras propias experiencias, y trataremos los temas de la muerte y el amor”, comenta Verónica Fernández. “Tiene una parte cómica, que nos salió sola, y después otra que mezcla el rollo electrónico y la parte más oscura teatralizada”, relata.

“Ser lesbianas sigue por desgracia estando invisibilizado, y en Asturias, una región envejecida, puede que más. El arte es una vía perfecta para expresarnos y mostrar también nuestras experiencias”, analiza Julia Fernández. También una visión hacia la lingüística toma parte en este proyecto. “Hay que reivindicar que les muyeres artistes falamos n’asturianu”, apunta.