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De guapo subido (y 20): Santa Eulalia / Santalla (Santa Eulalia de Oscos)

De guapo subido en Santalla: Un balcón a la belleza de los Oscos

Santalla sorprende por su paisaje, su aspecto cuidado, su gastronomía y su hospitalidad: “La gente repite mucho”

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De guapo subido en Santalla (Santa Eulalia): Un balcón a la belleza de los Oscos Tania Cascudo

El hostelero Pedro Martínez nació en el corazón de Santa Eulalia de Oscos, capital del concejo de nombre homónimo, y es un enamorado de una tierra que conquista con facilidad al visitante. “La gente repite mucho. Gusta por el paisaje, la gastronomía y el paisanaje. Aquí todo el mundo se siente como en casa”, señala Martínez, que preside la Asociación de Turismo Rural Oscos-Eo.

Santalla, uno de los catorce concejos (siete asturianos y siete gallegos) que integran la Reserva de la Biosfera Río Eo, Oscos y Terras de Burón, cierra el ranking de los veinte pueblos más guapos de Asturias, elaborado gracias a la opinión de cien asturianos encuestados por LA NUEVA ESPAÑA. Con Santalla, el número 20, se despide la serie “De guapo subido” que ha acompañado durante todo el verano a los lectores de este periódico en las páginas de este suplemento.

El hostelero santallés, que regenta el hotel restaurante Casa Pedro, con 25 años de historia, tiene claro que la visita no se debe quedar en un recorrido por este coqueto pueblo. Por eso, esta es su propuesta para marcharse con el mejor sabor de boca de su tierra: Hay que hacer la ruta de A Seimeira por la mañana y, después, comer en el pueblo, “no vaya a ser que traigan la comida de casa y se estropee”, bromea. Por la tarde, se puede visitar el área recreativa de Ferreira (tiene zona de baños), el mazo de Mazonovo y el museo-casa natal del Marqués de Sargadelos, en Ferreirela de Baxo, antes de cerrar el día tomando un vino en la villa.

La plaza del Ayuntamiento. T. C.

La responsable de la oficina de turismo municipal, Marifé Gómez, dice que si algo llama la atención al visitante es la cantidad de cosas que se pueden hacer pese a ser un sitio pequeño. “Se esperan que va a haber poca oferta y se sorprenden”, apunta. También, añade, les llama la atención “lo bonito y cuidado que está el pueblo” y que, pese a rozar el completo durante este verano, no se percibe masificación ninguna como ocurre en otros destinos. “La gente está cansada de ver el edificio de en frente y tragar el humo de la ciudad, necesitan la sensación de libertad que encuentran aquí”, añade Gómez, quien no duda al responder que el mayor polo de atracción de visitantes es la ruta de la cascada de A Seimeira. La razón: es una ruta sencilla, adecuada para todos los públicos, de una belleza espectacular y muy accesible, ya que parte del pueblo de Pumares, pegado a la capital del concejo.

Por la oficina de turismo han pasado unas 850 personas en el mes de julio. Por su parte, en agosto, las cifras apuntan a a que se superará el millar de visitantes. En definitiva, está siendo un buen verano para la localidad. Como dato curioso, en estos meses han recalado muchos catalanes, valencianos y andaluces en el pueblo. Es el caso del cordobés Rafa Castellano, de visita junto a su familia y unos amigos de Madrid. Cuenta que vinieron el año pasado y les encantó, así que este año tuvieron claro a donde ir en busca de un poco de fresco. Antes de llegar a su alojamiento en Villanueva de Oscos, pararon en la villa santallesa y la primera impresión no pudo ser mejor: “Es muy bonito, muy verde, y se ve muy cuidado”.

Marcos Niño, delante de su establecimiento. T. C.

Lo primero que hicieron es hacerse una foto en la “vaca motera”, una escultura que acapara los focos desde su instalación en el año 2017. Y es que Santalla, tierra natal del industrial Antonio Raimundo Ibáñez, más conocido por Marqués de Sargadelos, tiene muy presente su pasado ligado a la cultura del hierro. En este sentido, cabe apuntar que en el concejo se mantiene en activo el mazo de Mazonovo, un ingenio hidráulico del siglo XVIII que puede presumir de ser uno de los pocos de Europa que siguen funcionando. Lo gestiona una sociedad de ferreiros liderada por el austriaco Friedrich Bramsteidl. No solo realizan visitas guiadas para mostrar el funcionamiento del mazo, sino que lo explotan con fines comerciales, realizando piezas artesanales que tienen a la venta e impartiendo cursos de formación.

Se puede decir que en las calles de Santa Eulalia sigue vivo el espíritu del ferreiro, gracias a las ocho esculturas forjadas en diferentes encuentros de ferreiros realizados desde hace muchos años y que lucen en diferentes puntos del pueblo. La más espectacular es el clavo de grandes dimensiones que da la bienvenida al visitante que accede desde Asturias. Esta pieza, diseño de José Ortiz, es un homenaje al último ferreiro natural del concejo Avelino Navia Osorio y también a la industria artesanal del clavo que operó en el concejo durante siglos.

Pilar Garrigues, Edmundo Escobar, Elvira Garrigues, Roberto Fernández y su hijo Robert, descansando en una terraza T. C.

Una de las piezas más simbólicas de esta singular colección es la que se colocó con motivo de la entrega del premio “Pueblo Ejemplar” que Santa Eulalia recibió junto a sus vecinos de San Martín y Villanueva de Oscos. Cada uno luce su escultura, casi idéntica. Muestra a tres personas abrazadas: en Santalla son tres mujeres, en Villanueva, tres hombres y en San Martín, tres niños. En la capital santallesa se localiza en uno de sus miradores al paisaje. Toda la villa es un auténtico balcón a la espectacular belleza natural de los Oscos.

Otro buen conocedor del concejo y de su capital es el empresario Marcos Niño, alcalde santallés durante doce años en dos etapas diferentes. “¿Que por qué gusta? Mira para ahí, parece un pueblo de Suiza o de Francia. Por eso y porque somos muy simpáticos”, bromea Niño, cuarta generación al frente del bar tienda La Palma. Considera que la gente llega a la comarca atraída por Taramundi, el concejo más famoso de Oscos-Eo por ser cuna del turismo rural a nivel nacional, pero se marchan deslumbrados por la belleza de Santalla. “La gente repite y es muy difícil perder un cliente y, además, somos mucho más baratos que otros lugares”, añade.

Los turistas Rafa Castellano, Sandra Ferrán, Beatriz de Paredes, Manuel Lucena y sus hijos Claudia, Diana, Blanca y Rafa posando en la escultura la “vaca motera”. | T. Cascudo T. C.

Niño está convencido de que sigue faltando tener una visión de comarca y venderla como un destino único, con un montón de alternativas para el visitante: desde hacer surf en la playa de Penarronda, en Castropol, a dar un paseo en canoa por el río Eo, sin olvidarse de un plan característico de la zona como es ir a la vecina localidad lucense de A Fonsagrada a comer una ración de pulpo. “Hay suficiente actividad para pasar quince días aquí, nos falta creernos que somos un destino turístico”, señala Niño, que tiene llenos sus apartamentos hasta septiembre. En la terraza de su bar está Pilar Garrigues, de Buñol (Valencia). Llegó hace once años por casualidad y se enamoró.

Buscaban un destino a última hora al que viajar con dos perros y encontraron plaza aquí. Desde entonces no hay año que no repita y ya sueña con mudarse cuando se jubile. “Nos enamoramos hasta las trancas. Este sitio tiene algo mágico, una energía especial. Llegas y te encuentras en casa porque la gente te lo da todo, son nobles y honrados”, explica, al tiempo que alaba la capacidad de Santa Eulalia para conservar la esencia. “El pueblo está muy bonito; aquí se encuentra la Asturias auténtica”, zanja.

Escultura conmemorativa de cuando Santalla recibió el premio al Pueblo Ejemplar de Asturias. T. C.

Cómo llegar

Viajando en coche desde la capital asturiana, se llega a Santa Eulalia de Oscos en dos horas. Se viaja por la Autovía del Cantábrico hasta la altura de Barres (Castropol), donde se debe tomar la N-640 hasta Vegadeo. En la villa veigueña hay que desviarse hacia la carretera AS-11 hasta la rotonda del alto de La Garganta. Desde allí se viaja por la AS-27 hasta la capital santallesa.

No perderse

Un buen chapuzón en los Oscos. Se puede ir a la piscina municipal ubicada en la capital del concejo, pero también es una opción estupenda ir hasta Ferreira, a la zona de baños de río. Allí también se pueden alquilar canoas para dar un paseo.

Qué dicen

De recuerdo del concejo se puede llevar una navaja, ya que actualmente hay dos artesanos en activo. Uno es Jorge Toquero que tiene su taller navajas Hyttoko en plena capital santallesa. La otra opción está en la localidad de Mazonovo, donde está el taller GV. Está pegado al mazo de Mazonovo, donde también se pueden adquirir algunas de las piezas que hacen los ferreiros, oficio de gran arraigo en la zona.

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