A pesar de la incertidumbre de los meses previos, por si no daba tiempo a organizar las actividades, un trabajo a contrarreloj ha permitido a los vecinos de Porceyo vivir de nuevo sus fiestas tras dos años de pandemia. Una celebración, por Santa Isabel, con las expectativas más altas que nunca. El optimismo fue el encargado de inaugurar la festividad. "Estamos contentos porque está todo reservado y hay muchas ganas, aunque hasta hace unos días no teníamos seguridad alguna de que se fuera a realizar y todo se preparó a última hora", asegura Sandra Rodríguez, miembro de la comisión de fiestas de Porceyo desde 2013.

A las seis de la tarde las campanas anunciaron que, tres años después, el prao de las fiestas volvía a ser testigo de las celebraciones que se prolongarán hasta el domingo. Vecinos y visitantes del barrio disfrutarán de distintas actividades para públicos de todas las edades. Los campanazos inauguraban la fiesta a la vez que, con ganas de retomar el ambiente festivo, comenzaban a llegar los primeros asistentes, cuyas ansias por volver a disfrutar han sido las protagonistas de la jornada.

Pero, sin dejar atrás la realidad atravesada por la pandemia, las dudas también estuvieron presentes. Los feriantes, cuya rutina laboral depende de este tipo de celebraciones, se han visto considerablemente afectados durante los dos pasados veranos. Miguel, que lleva más de 20 años dedicado a las ferias, no tiene toda la esperanza que le gustaría. "Aunque vuelvan las celebraciones, para nosotros nada es igual. Trabajamos con menos niños porque la economía de las familias ha empeorado, es más importante gastar en lo básico que en las atracciones de la fiesta".

Las propios vecinos también destacaban por unas enormes ganas acompañadas de impaciencia. Serán los afortunados de disfrutar de dos verbenas en las que actuarán la orquesta "Whiskas" y Alejandro Martínez DJ, además de la realización de una chocolatada y una corderada. La comida campestre, que tendrá lugar el domingo precedida de una sesión de vermú, pondrá el broche a un fin de semana en el que las emociones positivas serán omnipresentes. "Este verano vamos a ir a todas las sitios que podamos para aprovechar lo que no pudimos, los niños también están muy contentos", afirman Pili y Ángela, asiduas asistentes a las fiestas de prao.

Los más pequeños serán los grandes afortunados del fin de semana. Además de las atracciones instaladas en el prao de la parroquia, la comisión de fiestas de Porceyo tiene organizadas numerosas actividades y juegos infantiles. La generación más joven está expectante ante la nueva normalidad que les permitirá disfrutar como antes del covid. Daniela, de seis años, por ejemplo, tiene claro que "va a montar en todas las atracciones" y Luka, de cuatro, "va a ir a todas las fiestas".