El invitado especial en la segunda noche del Vesu, día grande, el del concierto especial, el de "Los Planetas" en esta gira en que Jota y los suyos celebran treinta años siendo uno de los centros posibles del indie nacional, fue la lluvia. Un orbayu serio y persistente al que la comunidad del festival dedicado al rock alternativo en La Vega se enfrentó con impermeables, paraguas, cerveza y devoción.
Al cierre de esta edición, la banda granadina saltaba al escenario con el público rendido, después de haber calentado con "El último vecino" y emprendido el lanzamiento, justo antes, con los sonidos entusiastas del pop electrónico de "Cupido", capitaneados por Pimp Flaco. El muro de sonido de "Los Planetas" prometía cerrar la noche por todo lo alto, alejando al público del cobijo de árboles y el asiento de pacas de hierba de las primeras horas de la tarde.
Antes, al mediodía, en la sesión vermú, "Arde Bogotá" habían salido al escenario del Vesu a las dos de la tarde como si fuesen las 12 de la noche y ellos cabeza de cartel. Llegaban con ganas de repetir en la ciudad y convirtieron el sábado mediodía en noche de fiesta. La peculiar y expresiva voz de Antonio García, arropada por una más que solvente banda y un técnico de sonido que conoce cada nota de las tres guitarras, cada línea de bajo y cada golpe de batería, sirvieron para trazar una hora y media en la que el público entró en el juego y viajó hasta ese exoplaneta en el que el grupo se refugia de este mundo y se propone refundar Cartagena en otro sistema solar. La conexión entre lo que había arriba y abajo del escenario llegó a ser absoluta cuando el vocalista decidió que había que bajar a la tierra y pisar suelo firme. Un vermú con el que ardió como si fuese una noche se verano.
