Carlton Jumel Smith es la estrella de la noche en el festival de La Grapa. Tiene anécdotas para escribir libros y libros de soul, desde que era un chaval de 17 años y se tomó una fotografía con Michael Jackson. Lo relata con ilusión infantil, pero anda por las 62 primaveras. El soul lo vive y lo siente desde que era un chaval que quería ser James Brown. El de esta noche será su único concierto en España tras una gira por Turquía y una oportunidad única para disfrutar de «una voz como un tsunami, un huracán de soul», según sus propias palabras.

Describe su concierto, el que protagoniza hoy, con una sola palabra: «Soul», que en inglés significa «alma». Y lo explica: «Es lo que sientes, lo que sufres y transmites con tu voz, es honestidad y para llevarlo a cabo no importa el color».

El neoyorquino interpretará sus canciones, huye de versiones de los clásicos que tanto ama, pero, eso sí, no dudará en hacer guiños a Otis Redding o «The Temptations», dos de los cerca de veinte artistas que tiene tatuados en ambos brazos y muestra con orgullo. «Son los músicos con los que he crecido», afirma orgulloso. Su relación con James Brown es notoria, entre otras anécdotas le llevó a hacer de él en un filme y también a sustituirle tras su muerte en un fin de año en el Club B. B. King.

Carlton Jumel Smith promete «soul y más soul» y lo hace con su voz potente, con una alegría que es capaz de llenar lo que se le ponga por delante. «Estoy encantado en Avilés», lo dice y se le nota.