Seis campus universitarios de España y Portugal, en las universidades Pablo de Olavide (Sevilla), Autónoma de Madrid, Cádiz, Albacete, Coimbra y Alicante, investigan el calentamiento en los ecosistemas urbanos y cómo atenuarlo.

Un total de seis campus universitarios de toda la Península Ibérica se han unido para estudiar el cambio climático en ecosistemas urbanos, cómo les afecta y en qué medida se pueden adoptar medidas para atenuar sus efectos.

Por un lado, se estudiará la capacidad del ecosistema para capturar y almacenar CO2 atmosférico (el principal gas de efecto invernadero) y, por otro lado, se analizará la biodiversidad de plantas y organismos del suelo y su capacidad para reciclar nutrientes o degradar contaminantes como el plástico. También se investigará la resistencia de las plantas más abundantes en nuestros jardines frente a plagas de insectos y hongos patógenos.

El experimento forma parte del proyecto Urbanfun liderado por el investigador de la Universidad Pablo de Olavide Manuel Delgado, y financiado por la Fundación BBVA. Se está realizando de forma coordinada en seis campus de España y Portugal, en las universidades Pablo de Olavide (Sevilla), Autónoma de Madrid, Cádiz, Albacete, Coimbra y Alicante, y pronto se extenderá a otras universidades del norte de España.

«Un experimento coordinado y estandarizado como este, en diversos campus por toda la Península, nos permitirá saber si la sensibilidad de estos ecosistemas urbanos al cambio climático viene determinada por el clima de cada sitio, o la biodiversidad que caracteriza a cada zona ajardinada», señaló Santiago Soliveres, de la Universidad de Alicante. En total, Urbafun prevé activar 192 parcelas para llevar a cabo sus experimentos.

Además de medir la respuesta al cambio climático, «acercaremos este tipo de experimentos al público en general, donde estudiantes y visitantes puedan ver en vivo y en directo como los ecólogos intentamos predecir el futuro de los ecosistemas de los que dependemos», explica Soliveres.

Se trata de un trabajo de investigación pionero, ya que la mayoría de los estudios en vegetación y suelos se centran en ecosistemas naturales o agrícolas. «Prácticamente no hay trabajos sobre el balance de carbono o el funcionamiento como ecosistemas en zonas verdes urbanas en este contexto de cambio global», apunta el experto de la UA.

En el caso de Alicante, se han seleccionado cuatro zonas experimentales en el campus de San Vicente del Raspeig, entre las Facultades de Derecho y Ciencias. Es en estas zonas donde los expertos simulan las condiciones de cambio climático gracias a unas cámaras de techo abierto, que aumentan entre 2 y 4ºC la temperatura ambiental, en consonancia con las predicciones de las próximas décadas en España.

A este tratamiento de calentamiento global, los ecólogos de la UA han incluido otra variante: cortar el césped con una mayor frecuencia, en vez de hacerlo una sola vez al año. «La medición nos permitirá saber si podemos manejar los ecosistemas urbanos para aumentar su resiliencia a los cambios esperados en el clima», detalla Soliveres. «Este tratamiento viene inspirado, en parte, por algunas respuestas muy positivas que se detectaron en zonas ajardinadas de toda España durante el confinamiento de marzo-abril, donde se redujo de forma sustancial la intensidad con la que se cortaba el césped, y encontrando respuestas muy positivas por parte de la fauna y flora de estos ambientes», añade.

Pero este experimento pretende llegar mucho más allá y, en colaboración con el responsable del paisajismo de la Universidad de Alicante José Luís Romeu, se realizará otro tratamiento con especies con conocidos efectos positivos sobre los polinizadores y otros insectos beneficiosos. Según el ecólogo de la UA, «esto debería ayudar, junto con la reducción de la frecuencia de cortar el césped, a un aumento de la biodiversidad en las zonas ajardinadas del campus».

Las pruebas realizadas en el campus de la UA durarán cinco años, aunque Santiago Soliveres espera extenderlo todo el tiempo que pueda. «El interés de estos experimentos y la importancia de los resultados crece con cada año que pasa», señala.

Mientras tanto, en Sevilla, la Universidad Pablo de Olavide (UPO) fue la primera en convertir su campus en un laboratorio capaz de medir las consecuencias del cambio climático sobre el entorno. El proyecto Urbafun está poniendo en marcha nuevas parcelas de estudio para analizar el comportamiento de las zonas verdes urbanas ante el calentamiento global. Manuel Delgado Baquerizo es allí el responsable de esta propuesta, que se suma a otras iniciativas experimentales de la UPO lideradas por los profesores Antonio Gallardo y Luis Villagarcía.

En Andalucía existen cerca de 6.000 hectáreas dedicadas a parques periurbanos. A estos cabría sumarle otras infraestructuras verdes, como parques interiores, jardines, rotondas, zonas arboladas o vías pecuarias. Entre todas conforman un cuantioso espacio verde, cuya participación a la hora de conocer los efectos del cambio climático es, según el responsable de la iniciativa, «casi desconocida».

«La mayoría de los estudios en vegetación y suelos se centran en ecosistemas naturales o agrícolas. Prácticamente no hay trabajos sobre el balance de carbono o el funcionamiento como ecosistemas en zonas verdes urbanas en este contexto de cambio global», apunta Delgado Baquerizo. Una circunstancia que contrasta con el crecimiento demográfico de las ciudades, que a finales del siglo XXI «se espera que acojan al 68% de la población mundial», afirma.

Para atender esta laguna de conocimiento, el trabajo liderado desde la Pablo de Olavide se desarrolla en una doble línea. De un lado, compara muestras de suelo para estudiar las comunidades microbianas de los parques urbanos. De otro, en pocas semanas estarán listas cámaras de cielo abierto en distintos espacios verdes del campus, que permitirán conocer el comportamiento de estos ecosistemas en una situación de aumento de la temperatura ambiente.

Con ello, se obtendrá más información sobre un espacio clave a la hora de avanzar en el undécimo Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de Naciones Unidas: ciudades y comunidades sostenibles.

Fuente: https://fundaciondescubre.es/noticias/urbanfun-laboratorio-en-zonas-verdes-para-medir-el-impacto-del-cambio-climatico/

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