A las puertas de la aprobación de una nueva ley para considerar a los animales como seres vivos y no como cosas, el debate sobre la violencia que se ejerce sobre ellos está más vivo que nunca. En nuestro país se abandonan cada año 150.000 animales y aún existen laboratorios donde se les manipula con crueldad innecesaria o se les maltrata como una vía para ejercer violencia sobre la mujer. Con estos antecedentes, la nueva reforma promete sentar las bases para que la cosificación de los animales deje de ser una realidad en nuestro país.

Los animales dejarán de ser considerados cosas en España y cuestiones como quién se queda con su custodia en caso de crisis de pareja estarán reguladas, una vez que el Congreso de los Diputados haya abordado el inicio de la tramitación de una Proposición de Ley que todos las formaciones, salvo Vox, apoyarán.

Es una norma que modificará contenidos del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil que afectan a los animales y que ha sido impulsada por los grupos Socialista y de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común.

Con las modificaciones propuestas, los animales dejarán de ser considerados “cosas” dentro de la actual regulación de los bienes del Código Civil para pasar a ser seres vivos con sensibilidad, lo que significa que, por ejemplo, en caso de un divorcio o separación sin acuerdo, se deberá regular jurídicamente la custodia de los animales compañía.

Esto quiere decir que se atenderá a cuestiones sobre cuál de los dueños cuidará mejor del animal o en qué casa vivirá, entre otras cuestiones.

Una vez se logre esta modificación del Código Civil, los animales tendrán garantizados sus derechos y su bienestar, por lo que también se podrá castigar a aquellas personas que actúen en su contra.

Esto quiere decir, que, según la Declaración Universal de los Derechos del Animal, aprobada por la UNESCO y la ONU, cualquier animal deberá ser respetado y el humano no podrá exterminarlos ni explotarlos violando sus derechos, someterlos a malos tratos ni a otra serie de actos crueles.

En este sentido, la diputada del grupo Socialista Sandra Guaita defendió en el pleno de la Cámara Baja la Proposición insistiendo en que “no es admisible“ el trato que se da a los animales, al tiempo que reivindicó un “trato responsable” para ellos, según recoge la agencia Efe.

Vehículos de un maltrato ostensible

La aprobación de esta iniciativa puede tener repercusiones más allá de la mejora en la calidad de vida de los animales. Y es que el maltrato a las mascotas ha llegado a ser utilizado como arma arrojadiza de los hombres hacia las mujeres.

Así lo reclamaron un grupo de expertas en violencia de género, que insisten que la modificación del Código Civil debe también tener en cuenta la protección integral de las víctimas de violencia de género cuando el maltratador utiliza a sus mascotas para inferirles daño psicológico a través del empleo de la violencia.

Guaita, que también es coportavoz de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APDDA), subrayó que en la mayoría de las ocasiones la lucha contra el maltrato animal está ligado a la defensa de los derechos humanos e indicó que en numerosas ocasiones, el hombre que maltrata animales también ejerce la violencia contra la mujer.

Por esta razón, la parlamentaria ha destacado la importancia de educar en la escuela en la empatía hacia los animales. «Cuando desarrollamos nuestro compromiso para erradicar las violencias machistas, no nos podemos olvidar de que el daño a los animales, por parte de los maltratadores, es una manifestación más de violencia contra las mujeres», aseveró.

Sus palabras fueron ratificadas por la psicóloga Soledad Montserrat, quien declaró que la violencia a través del maltrato animal es un crimen que no se puede naturalizar, sino que es preciso cuestionar este vínculo que existe entre ambos. Como señaló a Europa Press, los beneficios en el proceso de recuperación de la víctima de contar con un animal.

Y es que hay casos de mujeres que han pasado por su consulta y que relatan cómo han llegado a evitar salir de la casa donde sufren maltrato para proteger a sus mascotas de la violencia de sus agresores como medida de «castigo» o «coacción».

«El maltrato animal es un modo de violencia vicaria, la que se usa para dañar a lo que está más ligado a la persona», recordó la magistrada del Juzgado de Violencia contra la Mujer número 1 de Bilbao, Leticia Badiola Pérez, quien advirtió de la necesidad de acometer cambios en el ordenamiento jurídico para que estas cuestiones no solo dependan de la «sensibilidad» del policía o del juzgado.

España llega 30 años tarde

A pesar del intenso debate que está provocando la reforma legislativa española en el Congreso, nuestro país no es ni de lejos el primero en adherirse a una iniciativa de este estilo.

En los últimos años han sido muchos los ordenamientos jurídicos que han ido modificando su legislación civil para abandonar el estatuto del animal-cosa.

El primero en hacerlo fue Austria, hace ya 33 años, cuando en 1988 estableció que los animales no son cosas, que están protegidos por las leyes y que las disposiciones referidas a las cosas se les aplican sólo en caso de no existir otra previsión diferente.

El segundo país en suscribir esta iniciativa fue Alemania en 1990, y acordó que los animales están protegidos por leyes especiales y que sólo se les aplicarán las disposiciones de cosas con carácter supletorio.

El tercer país en reformar su Código Civil fue Suiza en 2003, al reconocer nuevamente que los animales no son cosas, y que están protegidos por su legislación especial.

Por su parte, Francia, si bien ya había reconocido desde 1976 a los animales como seres sensibles en su Código Rural y de Pesca Marítima, también reformó en 2015 su Código Civil para pasar a declarar expresamente que los animales son seres vivos dotados de sensibilidad. Y, por último, y más recientemente, Portugal también modificó en 2017 su Código Civil para sacar del estatuto jurídico de las cosas a los animales, reconociéndolos como seres sensibles, entre otras medidas.

Fuera del ámbito comunitario la legislación también ha dado pasos de gigante en este sentido. Lugares como Canadá, Nueva Zelanda o Colombia cuentan con una regulación explícita para los animales (todos ellos) al considerarlos seres sintientes (sentient beings). Pero incluso dentro de España, algunas comunidades autónomas se han movilizado para evitar el maltrato a los animales. Por ejemplo, Cataluña modificó en 2006 el estatuto jurídico civil de los animales, especificando que no son cosas y que solo se les aplican las reglas de los bienes en lo que permita su naturaleza, y haciendo una remisión normativa a la legislación especial.

Enlaces:

https://www.fundacion-affinity.org/animalesnosoncosas/

https://www.abogacia.es/publicaciones/blogs/blog-de-derecho-de-los-animales/los-animales-no-son-cosas-una-reforma-legal-en-marcha/

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