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Los cinco sentidos

Valdevimbre guisa en sus bodegas

por carolina G. menéndez

Cal, canto y adobe son los materiales que sustentan las cuevas-bodegas de Valdevimbre, antiguas cavidades utilizadas para la elaboración y conservación del vino y transformadas muchas de ellas en singulares restaurantes. Estas construcciones, que se sitúan aprovechando las lomas o escarpes del terreno, dan personalidad a la fisonomía del municipio leonés, lo que despierta la curiosidad del foráneo.

Los viticultores de la comarca, que han volcado todas sus expectativas en la uva autóctona prieto picudo, protegida desde 2007 por la denominación de origen Tierra de León, cuidan con esmero sus bodegas. Estos espacios han sido de gran valor para los ellos, ya que no sólo las utilizaban para elaborar y almacenar el vino, sino que por su temperatura (entre 8 y 12 grados) servían de despensa para guardar los productos de la matanza y las legumbres. Los agricultores iniciaban su construcción por la fachada, que quedaba en la parte más baja de la colina. Tras excavar unos cinco metros para abrir la entrada, continuaban por el eje vertical para hacer los ventanos, similares a grandes chimeneas que alcanzaban los 12 metros. De esta manera se construían las salas, cada una de las cuales estaba destinada a una función en el proceso de elaboración del vino.

Las últimas bodegas que se construyeron en Valdevimbre datan de finales de los años treinta del siglo XX. Entonces, nadie podía imaginar que muchas acabarían convertidas en originales restaurantes que ofrecen las recetas más tradicionales basadas en los productos de la tierra. Quien acude a La Cueva del Cura, Cueva del Túnel, Cueva San Simón, Cueva Los Poinos o Bodega Itariegos lo hace atraído por un entorno diferente, de estilo rústico, con elementos decorativos vinculados a la actividad que se desempeñó en la zona. Pero el cliente también busca saborear todo tipo de asados, carnes a la parrilla, derivados del cerdo, pimientos, tortilla guisada, callos, mollejas? y, para terminar, un toque goloso en forma de tarta, natillas, mousse, arroz con leche, cuajada, flan, pudding? En fin, una amplia variedad de platos, eso sí, regados con vinos de Valdevimbre en honor a la comarca.

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