Cuando llega el verano medio Boston, la mitad de Manhattan y casi todo Hollywood, enfilan la proa rumbo a Martha´s Vineyard, la isla del condado de Dukes, Massachusetts, donde la vida es un sesenta por ciento más cara que en el resto de los Estados Unidos. En España el único lugar remotamente parecido es Sotogrande, en Cádiz.

...Y bastante remotamente. La isla y su forma de vida es inimitable. Aún lo es más el «look» que ellas y ellos pasean por las playas de dunas o por los privadísimos jardines de las mansiones playeras que parecen recién decoradas para una escena de «Sabrina».

Para pasar por un auténtico lugareño en la maleta no puede faltar un vestidito sencillo, siempre combinado con «flip-flop» y una pamela de paja trenzada, adornada con lazo. Las pulseras rígidas son otro de los «must» de la temporada. La clave es un «look» sencillo, de elegante de toda la vida, indiferente a la moda.

Los ilustres residentes de El viñedo de Marta se llaman entre sí «viñadores». Jackie Kennedy se hizo una casa al enviudar de JFK. Era perfecta, muy cerca de la residencia de sus suegros en Cape Cod y con absoluta privacidad.

La novedad de este año será la llegada de los Obama. la última semana de agosto. No pasa nada. Los «vineyarders» no se inmutan por un presidente. Están acostumbrados a eso y a mucho más.

Muchos vecinos ilustres, estrellas de cine, políticos, escritores y artistas recaudan fondos para mantener el frágil ecosistema de Vineyard.

Los Clinton son asiduos. David Letterman, Bill Murray, Ted Danson, Meg Ryan y Paul McCartney tienen casa en la isla. Las celebridades no se dejan ver con frecuencia. Solamente se vende alcohol en dos tiendas. La isla sólo es accesible por mar y aire.