Dejamos la partida a medias y, aunque sospecho que habría ganado ella, yo confiaba en tener eso que llaman la suerte del principiante. Y es que, cuando Margot Cembreros cuenta la singularidad de su trabajo no queda más remedio que experimentarlo, algo que me sucedió cuando comenzó a explicarme cómo se juega al Seega, inventado por los egipcios, y que ella ha recuperado, entre otros muchos juegos del mundo, en su taller del Centro Regional de Artesanía y Artes Plásticas en Poo, Llanes.

Su experiencia de 20 años como artesana del cuero, -«soy marroquinera», afirma-, la han llevado a especializarse, por elección propia, en la creación y recuperación de diversos juegos de los cinco continentes, tanto antiguos como actuales, teniendo como material fundamental la vaquetilla de curtición vegetal, es decir y como ella misma explica, la piel del cuello de la vaca. Un trabajo que, indiscutiblemente, la singulariza.

Un impresionante ajedrez elaborado en piel se asoma, desde la vitrina, al visitante, que casi siente la imperiosa necesidad de empezar a mover peones, además de otros juegos que sorprenden, tanto por la belleza de su creación, como por ser originarios de otros países y momentos de la historia. Tal es el caso del juego de la serpiente, Cha Cha, Senet, Go, Nyout o el Rimau-Rimau. No faltan tampoco el parchís, el tres en raya o el backgammon, por citar algunos de los conocidos.

Margot Cembreros, que también realiza otros trabajos en cuero como estuches para lápices, carteras, portafolios, maletines, cofres, bolsos, llaveros y colgantes, es una enamorada de la costa llanisca, concretamente del tramo comprendido entre Celorio y Poo, de unos 5 kilómetros, y que desde esta página recomienda a andarines tranquilos en buscan senderos que, al tiempo que bellos, no sean complicados.

El indicador de la ruta E-9 en Celorio lleva al caminante, en dirección este, por una senda que ya, a unos 2 kilómetros, indica «a Llanes y Poo». Continuando por el ramal izquierdo surge ante la vista la hermosa playa de San Martín y su antigua ermita, que se encuentra medio derruida.

Se sigue en dirección a la cala del Portiellu y, cercano ya Poo, hay quien opta por tomar, a la izquierda, el viejo camino real y cruzar la ría de Vallina, al final de la no menos hermosa playa de Poo, teniendo en este caso mucha atención con las mareas. A la senda establecida se regresa tras cruzar esta playa y subir, por la derecha y teniendo como referencia un hotel, hacia Poo donde, y entre otros atractivos, los amantes de la artesanía tienen una cita obligada con los talleres en vivo, las obras y sus creadores, en el Centro Regional de Artesanía.

Terminen la partida por mí.