Rangiroa, en la Polinesia Francesa, es uno de los paraísos mundiales del buceo. Se trata del segundo atolón más grande del mundo. Cuenta con una laguna de 78 kilómetros de largo con una profundidad entre 20 y 35. Decenas de tiburones grises nadan entre arrecifes, delfines, mantas y tiburones martillo, una explosión de sensaciones impactantes. Sólo apto para valientes.