Tiene Burgos ahora un atractivo más, aparte de su famosa catedral. En la ciudad acaba de abrir sus puertas el Museo de la Evolución Humana, un centro a través del cual los burgaleses quieren contar al mundo lo descubierto en la vecina sierra de Atapuerca (a unos 15 kilómetros, en Ibeas de Juarros) que, a estas alturas, no necesita presentaciones. «Bienvenido al hogar del Homo Sapiens» reza en los folletos del centro, ubicado en un moderno y amplio edificio, en pleno centro de Burgos.

Para ir al Museo de la Evolución Humana hay que disponer de tiempo. Por tanto, es preferible que prescindan de la visita aquellos que, de paso por Burgos, quieren conocer de un vistazo la exposición, inaugurada por la Reina doña Sofía hace apenas un mes. Las prisas serán un error, pues la amplitud de la muestra -son cuatro plantas- y su configuración -hay que leer mucho en paneles que a veces cuesta alcanzar con la vista, por ejemplo- obliga a emplear, como mínimo, tres horas.

La planta del sótano está dedicada al yacimiento de Atapuerca, su historia y sus descubrimientos, con una sala -con largas colas estas primeras semanas, por la novedad- que alberga los restos hallados más emblemáticos, como la cara del Homo Antecessor, una de las grandes aportaciones de la sierra burgalesa a la historia de la evolución. En la planta baja, están las esculturas de las especies que poblaron la Tierra (no falta el hombre de Neanderthal con referencia, de las pocas, al yacimiento asturiano de Sidrón), que ocupan un lugar preferente.

El museo abre de martes a domingo, con horario de mañana y tarde, si bien los fines de semana y festivos el horario es ininterrumpido de 10 a 20 horas. Los adultos pagan por entrar 6 euros y 4, los niños. Hay posibilidad de visitar el yacimiento de Atapuerca con una entrada combinada, que incluye el transporte. La información en: www.museoevolucionhumana.com o el teléfono 902024246.