Ermita de San Roque

A cuatro kilómetros de Ballota se encuentra uno de los miradores naturales más impactantes de Cudillero. Si el tiempo es claro y las nubes lo permiten, el paisaje desde la ermita de San Roque es impresionante pues se ve, desde el puerto de Cudillero hasta cabo Busto e inclusive más allá. Guapa ermita ubicada en un lugar con encanto.

Playa de Gueirúa

Los aficionados a la fotografía y a la Naturaleza tienen una cita con la playa de Gueirúa, a la que se llega por una caleya de un kilómetro y tras bajar 320 escalones. Piedra esculpida por el mar y por el viento que no deja indiferente a nadie y que, al atardecer, se convierte en un lugar mágico. Es de cantos rodados.

Brañas pixuetas

Brañas vaqueiras, tierra histórica de gran belleza donde perviven tradiciones gracias a sus habitantes. La más conocida es Brañaseca, pero existe una ruta que las recorre todas, entre ellas una de las más altas, Teixidiello, habitada y con casas restauradas. Los expertos ruteros dicen que la mejor panorámica es la que se obtiene desde el picu Llan de Cubel, a 675 metros.

Playa del Silencio

También conocida como el Gavieiru, el Silencio es otra de las playas más visitadas por los amantes de la tranquilidad y de la Naturaleza. Como Gueirúa, también es de cantos rodados, que curiosamente hacen un sonido que parece un susurro con el ir y venir de la marea sobre ellas. Un lugar inolvidable.