"Desnudar las canciones". Es el objetivo con el que el artista David de María (Jerez de la Frontera, 1976) afronta el concierto acústico que ofrece esta noche en la sala Estilo de Oviedo, a las 22 horas. Una cita en la que la voz del jerezano estará acompañada por los ritmos de dos guitarras. Las cuerdas serán las encargadas de poner la melodía de un recital muy íntimo en el que el grueso del repertorio recaerá sobre su último disco "Séptimo cielo". Ofrecerá al público, además, canciones de toda su trayectoria y no faltarán algunos de los temas que más huella han dejado en sus seguidores como "Cada vez que estoy sin ti" o "La ciudad perdida". Sobre el escenario, explica David de María, "siempre tienes que tirar de todo tu repertorio".

Así, en acústico, el artista camina por España con "Séptimo cielo" bajo el brazo. Una serie de conciertos "muy amenos" que le permiten dar amplitud a su gira y tocar en lugares donde no puede llegar acompañado de toda su banda. En una época en la que triunfan los sonidos digitales y las tecnologías aplicadas a la música, David de María celebra, además, "seguir tirando con la esperanza de que al público le apetezca acercarse a ver tocar a los músicos". Este es el camino lleva sus baladas de amor a la sala Estilo en un concierto para el que las entradas tienen un precio de 22 euros en taquilla.

Tras 20 años sobre el escenario, David de María destaca que "Séptimo Cielo" supone un punto intermedio en su carrera. Un trabajo que da repaso a lo que ha hecho desde la publicación de su primer álbum ("David de María", 1997) y un punto de partida para las canciones que interpretará en el futuro. "Es un disco que está entre el lugar de donde vengo y el sitio hacia el que quiero ir", sostiene el cantautor, que ha compuesto también para una larga lista de cantantes españoles como Malú, David Bisbal, David Bustamante o Pastora Soler. Su último trabajo, dice "va mucho mejor de lo que se podía imaginar con los tiempos que corren" y añade que en el panorama actual cada vez es más difícil dedicarse al oficio en el que dio sus primeros pasos cuando era un adolescente: "Vivir de la música es un milagro".

El jerezano, que llega a Oviedo desde Madrid, donde participó ayer en un homenaje a Manolo Tena, está encantado de cruzar de nuevo la frontera de la región. "Tenía muchas ganas de volver a Oviedo", destaca. Guarda buenos recuerdos de la capital del Principado, en cuyo corazón ya tocó durante las fiestas de San Mateo del año 2010 y resalta sentirse identificado con el público asturiano. En la región, dice, hay "unos valores parecidos a los que tenemos en mi tierra". Jerez y Oviedo, dos localidades alejadas del bullicio de urbes de mayor tamaño entre las que David de María ve muchas similitudes. Comenta, además, que la visita supone para él una oportunidad para reencontrarse con los muchos amigos que tiene en Asturias.