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Botas para andar en familia | Por tierras de Llanes

De paseo con los genios del bosque

El "caminu encantáu" que atraviesa el valle de Ardisana ofrece un completo itinerario a través de los personajes de la mitología asturiana | Estas tierras de tejeros conservan prácticas agrícolas ancestrales

De paseo con los genios del bosque

El "caminu encantáu" ofrece un paseo entre los seres de la mitología asturiana. Discurre por el valle de Ardisana (Llanes), entre el Cantábrico y los Picos de Europa. Comienza en Venta del Probe, en Puente Nuevo, adonde se llega por la autopista, saliendo en Posada de Llanes para tomar la carretera en dirección a Ardisana. En Puente Nuevo se gira a la derecha para llegar a pocos metros a la Venta del Probe, donde se puede dejar el coche.

Junto al aparcamiento ya se encuentra la primera de las tallas que aparecen a lo largo del recorrido por el "caminu encantáu". Se trata de una reunión de "trasgos" que representa a los genios del bosque jugando en un tronco viejo.

La ruta comienza tomando rumbo al río San Miguel por la carretera que va a los Callejos. Antes de cruzar el cauce se coge un amplio camino que va pegado al curso y transita durante un corto trecho por la amplia vega fluvial.

Pronto se llega a la carretera que se debe cruzar para coger una pista que inicia el único y fuerte ascenso de la ruta, a través de un pequeño bosque mixto de castaños, fresnos y avellanos que permite contemplar en toda su belleza este valle. Allí un panel habla de los tejeros que poblaron el lugar y que desarrollaron un lenguaje propio llamado "xirga". Los tejeros lo utilizaban en presencia de extraños para que nadie entendiese lo que hablaban entre ellos.

Las casas de Gomezán. Poco después otro panel explica la estructura del paisaje del valle. La fuerte subida termina junto a las casas de Gomezán, donde se encuentra la talla del duende llamado "el Sumiciu". El camino sigue por un eucaliptal, que se estrecha a través de una senda que discurre entre tojos, zarzas y algún que otro abedul y castaño.

Es necesario estar atentos a la señalización para no perderse. Pronto se alcanza el punto más alto, donde finaliza la subida, para llegar al poco tiempo junto a un prado desde el que existe una excelente panorámica del valle en dirección oeste, con la Salgar, La Boriza, Ampurias, Mofrechu, La Xobal y Benzúa a la vista.

Un panel explica dónde pueden verse los buitres que sobrevuelan el pico Benzúa. A continuación se desciende ligeramente hasta un cruce a cuya izquierda se encuentra la talla del "Hombre del Saco". El caminante llega al pueblo de Malatería y a la izquierda se encuentra con la iglesia de la Magdalena, con un milenario tejo. La localidad debe el origen de su nombre al antiguo hospital de leprosos en torno al que se desarrollo el caserío.

Al encuentro del "Nuberu". Es necesario atravesar el pueblo, que conserva algunos hórreos y paneras. Al llegar a la carretera se gira a la derecha, descendiendo por ella durante unos metros para coger un camino que sale a la izquierda a media subida y que se dirige a través de una zona de prados hacia un bosque en la ladera de la montaña. Aquí el ancho camino se estrecha primero y luego se transforma en una amplia pista que transcurre por un espeso bosque de castaños y hayas donde sale al paso el "Pataricu". El recorrido continúa por la pista que desciende hacia el pueblo de Villanueva. El "Nuberu" sale al paso en la antesala del Campu La Prida, donde se encuentra la iglesia de Santa Eulalia de Ardisana. A escasos metros, al pie de un gran árbol, sale ante los caminantes la talla del "Diañu burlón"

Todo el valle es una zona agrícola y ganadera, donde se asentaron los romanos y donde encontraron un territorio fértil con una gran riqueza forestal. Es un lugar en el que la leyenda dejó reflejadas las bondades de la tierra, siendo este valle como un museo natural en el que la vida rural transcurre como hace muchos años. Estas tierras ofrecen la oportunidad de contemplar algunos de los trabajos agrícolas tal y como se realizaban hace muchos años. En definitiva, se trata de un lugar entre montañas donde se cobijan algunos de los seres de la mitología asturiana.

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