Puli Díaz, que lleva más de una década en la compañía "Cantajuegos", lo confiesa sin rubor: "Sembramos un poco de amor y algo de odio. Depende de si hablamos de los niños o de los padres". Es natural: la compañía ha publicado más de quince DVD con todos los éxitos infantiles de este y de cualquier otro siglo. "Los niños los ven, los vuelven a ver y se aprenden la letra. Y eso es lo que sufren los padres", explica Díaz. Los "Cantajuegos" repiten en Asturias. Mañana sábado, en el Centro Niemeyer (16.30 y 19.00 horas), y el domingo, en el ovetense teatro Campoamor (16.30 y 19.00 horas). Cuatro funciones en dos días seguidos. "A lo largo del año hacemos setenta u ochenta bolos", apunta Díaz. Y, además, siempre con el aplauso generalizado. El espectáculo con el que viajan ahora es "Viva mi planeta", que es una partida para salvar la vida, el futuro y todo lo demás.

"Empecé hace muchos años, pero se me han pasado muy rápidos", cuenta Puli Díaz, que echa la vista atrás, que es algo paradójico en un grupo que se dedica a crear los recuerdos de los más pequeños de la casa. "Ha sido mucho tiempo, pero los mejores años han sido estos últimos cuatro o cinco, porque ya estaba todo ajustado", apostilla el actor, el principal del quinteto que canta, baila y repite. "Al principio todo el camino estaba por andar: el baile, la canción, el juego, la venta de los números...", explica. "Pero desde 2004, el tiempo ha corrido a una velocidad que no podía haberme imaginado".

Los "Cantajuegos" vieron un campo sin cultivar. O, más bien, olvidado. "No había canciones para niños: los últimos que las habían compuesto habían sido los Payasos de la Tele", dice Díaz. Los músicos y actores salvaron el cancionero y lo han ampliado. "Hemos traído canciones de Latinoamérica", señala. "Lo que queríamos hacer es que todo eso fuera asequible", continúa. Y lo han conseguido. No hace demasiado visitaban Asturias con "Diez", que era precisamente eso: diez años de historia de un grupo que, por donde va, triunfa. "Ahora todo ese camino ya está andado, está en internet", cuenta. "La competencia está muy bien, porque nos obliga a ponernos las pilas, mejorar los espectáculos, las producciones, las cámaras", reconoce Díaz. Pero la parte del león sigue siendo la de los "CantaJuegos". "Lo notas cuando bajas del escenario y los niños se te acercan y te abrazan como si fueras parte de su familia", concluye Díaz. En Avilés y en Oviedo volverá a probarlo.