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Un camino entre pucheros

Sabores asturianos en Pinzales

El lechazo y el cochinillo en horno de leña, además de platos tradicionales, son la enseña del restaurante gijonés El Filandón

Sabores asturianos en Pinzales

La zona rural de Gijón tiene, además de rincones por los que perderse para disfrutar de la naturaleza y de sus pueblos, algunos establecimientos hosteleros donde es un gusto detenerse a comer y, sobre todo, cuando se va con niños, que tengan un buen lugar donde esparcir, con un buen prau y sus columpios, además de una buena terraza donde es un gustazo tomar el vermú o la sidra predecesora de una buena comida.

Tal es el caso del restaurante El Filandón, que concretamente abrió sus puertas el 7 de julio del año pasado en Pinzales, tal y como recuerda Alfredo Feliz Tuya, su gerente y propietario. "Yo estudié cocina y fui de la primera promoción que salió del centro de formación de hostelería de Gijón. Como mucha gente, empecé desde abajo como ayudante de cocina y luego trabajé de cocinero, pero también en barra y comedor. Hice de todo. Después de tanto tiempo decidí abrir negocio propio con este local, en cuya parte de arriba está la vivienda y la de abajo se habilitó como sidrería y restaurante", señala.

Tiene el local un toque rústico y al tiempo elegante, tanto en la parte del bar como en la del comedor, en cuya decoración destacan los detalles asturianos, así como ilustraciones de su horno de leña y de las carnes que en él se preparan, toda una tentación para los aficionados al buen comer.

Al frente de la cocina se encuentra Rubén Tamargo Fernández, un joven cocinero que, sabedor de la tradición más auténtica de la gastronomía asturiana, también le da su toque personal y creativo sin que por ello pierda su esencia y sus raíces. Así por ejemplo ofrecen de lunes a viernes un interesante menú a 12 euros en el que se puede elegir entre cinco primeros y cinco segundos, además de varios postres. Por ejemplo, se pueden encontrar en alguno de ellos elaboraciones tan sugerentes -además de un entrante de sopa de fideos casera- como el pote de repollo y compango, estofado de garbanzos y setas, parrillada de verduras, champiñones rellenos, canelones de espinacas gratinados, secreto ibérico a la plancha con guarnición y el plato de la abuela.

Llegado el fin de semana el menú es a 20 euros, a elegir entre dos primeros , dos segundos y postres. Entre algunos de los platos que el comensal puede encontrar, dependiendo del día, están las verdinas con centollo, cordero o cabritín lechal guisado y bonito horno, a la plancha o en rollo.

Eso sí, el rey de la casa es su horno de leña, en el que, por encargo y con un mínimo a partir de dos personas, preparan cochinillo o lechazo. "También gusta mucho el lacón entero asado en este horno y que va acompañado con acelgas y patatas. Ahora bien, dado el tiempo que lleva prepararlo hay que encargarlo con 24 horas de antelación", matiza Alfredo Feliz, quien también recuerda que en la carta no faltan, y en tapas y raciones, el pulpo a la brasa, manitas de cerdo, medio costillar de cerdo ibérico asado, conejo al ajillo y longaniza fresca casera a la brasa, además de su carne de novilla madurada a la plancha, por citar algunas de sus preparaciones. En postres, recordar a los más llambiones algunos como el queso batido con miel, el arroz con leche y el frixuelo relleno de helado.

En El Filandón no cierran nunca. Tiene aparcamiento, terraza y zona de prau y juegos para los más pequeños. En fin de semana conviene reservar en el 985169978.

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