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Viajes

Viena 2018, ocaso y renacer

Un año para rememorar el fin del imperio, la creación de la República o la muerte de Schiele y Klimt

Paseantes en el Belvedere, que fue residencia de Francisco Fernando.

Ricardo Muti sorprendió hace unos días al convertir el tradicional concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena en una conmemoración de la disolución del Imperio Austrohúngaro, de la que se cumplen cien años en noviembre. No deja de ser irónico que sea un italiano el que haya hecho esa apelación a aquel Estado multinacional que se hundió -mejor, acabó de hundirse- precisamente a orillas de un río situado en el norte de su país, el Piave, en junio y luego octubre de 1918. Quizá Muti se haya dejado llevar por la corriente nostálgica -de la que es responsable en parte otro compatriota suyo, el triestino Claudio Magris- que envuelve hoy en día todo lo referente a aquel Imperio, comenzando por el anciano emperador Francisco José, cuyo retrato se venera aún en los rincones más variopintos de sus antiguos dominios. Pero la intolerante historia de los estados surgidos del colapso -del que la guerra de Bosnia fue un triste epílogo-, quizá expliquen la nostalgia de un Imperio que, como decía Frantisek Palacky, "si no existiese, habría que inventarlo". Y es que ensayó una convivencia entre pueblos que se echa de menos.

El centenario del ocaso Habsburgo es una buena excusa para volver a Viena. Austria aprovechará 2018 para festejar, más que el final de una entidad política discutible, la creación de la actual República, hoy asentada, pero con un desarrollo inicial complejo, que cercenó en 1938 -hace justo 80 años, otro número redondo- precisamente un austríaco, Adolf Hitler. Se une además el centenario del fallecimiento de cuatro grandes figuras del Modernismo: los pintores Egon Schiele y Gustav Klimt, el artista gráfico Koloman Moser y el arquitecto Otto Wagner. Les recuerdan con una serie de exposiciones titulada "Belleza y el Abismo". Menos popular, está el centenario de la publicación del Tractatus de Wittgenstein, otra gloria austríaca. A continuación, algunas citas e ideas.

Del Hofburg a Schöbrunn

Son dos de los palacios ligados a Francisco José, ambos en Viena. Opulencia de un viejo imperio que recayó durante 68 años en un individuo simple y pacífico, que perdió todas sus guerras. El inicio de la última (la Gran Guerra) lo firmó en la más modesta Kaiservilla de Bad Ischl

Belvedere

El palacio del heredero al trono Francisco Fernando, muerto en Sarajevo junto a su esposa Sofía el 28 de junio de 1914. A cierta distancia de Viena puede visitarse un palacio más familiar, el de Arstetten, donde reposa junto a su mujer. Para ir a su palacio favorito, Konopiste, hay que cruzar la frontera checa. Y cerca de Trieste está el bello Miramare, que heredó del infortunado Maximiliano

Egon Schiele

Murió de la famosa gripe española el 31 de octubre de 1918. El Museo Leopold de Viena, que guarda buena parte de su obra, le dedica una exposición de febrero a noviembre, y también el Belvedere, de octubre a febrero de 2019. Hay también una gran colección de dibujos de este artista salvaje en el Albertina

Gustav Klimt

Muerto el 6 de febrero de 1918, todo un icono del Modernismo vienés. El Kunsthistorisches Museum organiza de febrero a septiembre dos exposiciones y también se le podrá ver en el Belvedere, de marzo a agosto

Otto Wagner y Moser

Una muestra en el Museo de Viena repasa la obra de Wagner de marzo a octubre. También el Museo del Mueble, junto a Loos y Hoffmann. A Moser le dedica una muestra, en diciembre, el Museo de Artes Aplicadas

Wittgenstein

De octubre a noviembre el Instituto Cultural Búlgaro Casa de Wittgestein acoge la exposición "La odisea del Tractatus", y el Museo de la Literatura de la Biblioteca Nacional aborda su figura junto a Berg y Zuckerkandl.

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