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Un camino entre pucheros

La tradición se sirve en As Poceiras

Ana Flórez Oliveros, alma de Casa Rodil, en la localidad de Santa Eulalia de Oscos, elabora parte de sus guisos en su cocina de carbón

Indicador de la ruta de Los Cortíos.

A veces en la carretera hay lugares que se asoman a quien los mira desde el coche e invitan a entrar. Algo así sucede cuando llegados a As Poceiras, en Santa Eulalia de Oscos/Santalla, la vista se detiene ante un edificio de fachada amarilla que comparte lugar e historia con otra preciosa casa de piedra y pizarra. La madera, las flores, el huerto al fondo y la inmensidad del paisaje son sin duda un regalo para el ánimo del viajero que busca, además de belleza para el alma, buen alimento para el paladar y el estómago. Entonces, lo mejor es caer en la tentación y entrar en Casa Rodil, que es al mismo tiempo hotel rural, bar-tienda y restaurante.

La querencia por las raíces, el respeto y la memoria de quien levantó esas piedras se perciben de inmediato cuando se conoce a quienes regentan este lugar, las hermanas Lola y Carmen Quintana Flórez y su madre, Ana Flórez Oliveros, esta última de 86 años, de vitalidad envidiable, que al frente de su cocina de carbón capitanea este lugar con catedrática sabiduría rural y una simpatía y amabilidad que uno se lleva en el corazón.

Cuenta Lola que su bisabuelo Manuel Iglesias, emigrante en Cuba, "hizo la casa hasta el tejado y tuvo que volver a Cuba de nuevo para reunir más dinero para terminarla, cosa que logró tras su regreso final". Así se convirtió en pensión y, como tantos lugares en aquellos años, también en bar-tienda. Todo empezó en 1933.

En la zona del chigre, las paredes recuerdan a sus protagonistas y, al tiempo, a cuanto representa la vida en el campo. Hoy, la pensión es un hotel amable y coqueto que invita a la paz y al relax, mientras que en la zona del bar desde bien temprano ya huele a esa cocina de siempre que prepara Anita, mayormente en su cocina de carbón, con esas manos sabias y entrañables, donde tiene un papel protagonista, entre otros utensilios, una impresionante sartén de hierro que le hizo el abuelo en la ferrería de Pumares y que, como ella misma explica, "aquí llamamos tixela".

Algunas de las elaboraciones que se sirven en Casa Rodil, dependiendo del día, son caldo de Santalla, fabada, ternera guisada tradicional, callos, albóndigas, chuleta de ternera ecológica con patatas fritas, huevos fritos con patatas y chorizo y/o jamón y variedad de tortillas, por citar algunos platos. Recuerda Lola que los productos de la huerta "son nuestros, pues contamos con una huerta ecológica, como ecológica es también la ternera que servimos". Entre los postres, los fritos de leche y el brazo de gitano. La huella indiana y el recuerdo culinario están en la especialidad de Anita cuando, para quien la demanda, prepara su tortilla al ron. Y todo servido en un lugar auténtico y cordial gracias a estas tres mujeres, siempre pendientes de que el cliente se sienta a gusto y transmitiendo al mismo tiempo el orgullo del lugar al que pertenecen.

El fin de semana hay que reservar en el 985626185.

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