Lo normal es que los grandes espectáculos teatrales echen a andar en Asturias. Es menos normal, sin embargo, que se despidan, pero eso es lo que, precisamente, va a suceder esta noche (20.30 horas) en el Jovellanos de Gijón y mañana (20.15 horas) en el Palacio Valdés de Avilés. José Sacristán dejará de ser el tiburón sin alma creado por el dramaturgo norteamericano David Mamet en "Muñeca de porcelana", un drama que dirige Juan Carlos Rubio, un espectáculo para el que sólo tiene parabienes.

"Mamet es capaz de reflejar historias de todos los tiempos, que el poder está en manos del dinero, temas de todos los tiempos que presenta sobre la escena y reclama al espectador que emita su juicio", asegura el también escritor y director de cine en conversación con LA NUEVA ESPAÑA. Y sabe de lo que habla. "Muñeca de porcelana" es su segundo Mamet. El primero fue "Razas" y en noviembre presentará en Avilés "La culpa", con Pepón Nieto y Magüi Mira, una producción de las grandes, de la empresa Pentación.

José Sacristán, el protagonista del espectáculo junto a Javier Godino, explicó que la obra siempre había sido de actualidad: "La cuestión ésta del poder viene de tiempo inmemorial; desde antes de Cervantes, incluso. Pero sí, Mamet siempre ha estado al loro de lo que pasa, de la crónica de su tiempo".

El espectáculo se estrenó hace dos años y medio "y no ha tenido una crítica mala", reconoció Rubio, que, ahora que ya despide su segundo Mamet, aprovechó la oportunidad para mostrar su devoción hacia Sacristán: "No tiene 80 años, tiene 27; un tipo con esa energía sólo puede ser más joven que yo. Es cierto que cuando está en el escenario es el mito, pero antes, en los ensayos, es el actor. Dirigirlo ha sido maravilloso", aplaudió Rubio.

La versión norteamericana la hizo Al Pacino. La aclamación de Sacristán no fue la misma que la del protagonista de "El Padrino", pero "un día malo de Pacino sigue siendo de Pacino", señaló el director de la función.

Rubio espera un éxito similar con su próximo Mamet: "Se centra en la imagen de los medios previa a los juicios de verdad", apuntó. "Avilés es mi segunda ciudad: la primera es Córdoba, pero es donde he nacido", bromea el autor de "Las heridas del viento", una película en la que dirigió a Kiti Mánver, que es su actriz fetiche. "Precisamente con ella, y con Melanie Olivares, estoy ensayando una comedia de un italiano que se llama Fabio Marra. Estrenaremos en Vitoria el próximo 6 de agosto y espero, claro, volver a Asturias", reconoció el director de teatro y guionista (coescribió, por ejemplo, el guión de "Bon Appétit").