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Un camino entre pucheros

Pulpo con toque personal

Fernando García está al frente de El Pósito, en Figueras (Castropol), un local marinero donde la cocina tradicional y la creativa van a la par

La fonte de Rapalacois. ANA PAZ PAREDES

El puerto de Figueras, en Castropol, es una auténtica sorpresa para el viajero. No sólo por lo guapo y atractivo que es, también porque el pueblo cuenta con varios rincones con pequeñas historias que, sin duda, merecen la pena conocerse. Ahora bien, una vez llegada la hora de comer y cuando las magníficas vistas que se tienen de todo el entorno nos hacen pensar en todo lo bueno que nos llega del Cantábrico a la mesa, lo mejor es acercarse hasta un local que, asomado al puerto, es en sí mismo también un edificio con mucha historia y desde hace años reconvertido en el bar restaurante El Pósito.

El edificio, que llama la atención desde el exterior, se convierte en un homenaje al océano y a la marinería con el azul interior de sus paredes y mesas. Al frente de su cocina se encuentra un joven de Figueras, amante de su pueblo y de su tierra. Se trata de Fernando García Pérez, quien desde el 9 de octubre del año pasado ofrece a su clientela diversos platos donde, además de respetar la tradición, también gusta de ofrecer otros donde su toque personal es un punto, como es el caso del pulpo encebollado, que cuenta con sus seguidores. "Hice un curso superior de cocina y restauración en Foz (Lugo) y luego trabajé en algún que otro local de la zona hasta que decidí ponerme al frente de éste", afirma este joven, que tiene a Jano Santos Pita como su mano derecha. Este último es quien se ocupa de la barra y el comedor. Ambos jóvenes son un tándem perfecto a la hora de que los comensales disfruten de lo que van buscando a su local.

De lunes a viernes tiene un menú a nueve euros con dos primeros y dos segundos a elegir, además de postres. Algunos de los platos que puede haber son ensalada mixta, entremeses fríos y calientes, algún plato de puchero, parrochas, bocartes, pollo a la plancha, escalope al ajillo o el salsa, o albóndigas caseras, por citar algunos ejemplos.

En fin de semana y en su carta, además del pulpo encebollado ya citado, algunas de sus elaboraciones con más demanda son la sartén de bacalao con huevos y patatas o la de langostinos y chipirones; los escalopines al queso de Gamonéu, el cachopo Pósito, que lleva cecina, queso de cabra y cebolla caramelizada; el pollo Pósito, con un rebozado especial; chipirones fritos, calamares fritos o a la plancha, zamburiñas, pescados del día, croquetas de jamón o navajas. Entre los postres, los que más gustan son el flan y la tarta de queso.

Y todo ello servido en un local con unas vistas maravillosas y en cuyas paredes se narra, con orgullo, la historia del edificio: El Pósito de Pescadores de Figueras, cuya inauguración el 24 de julio de 1932 se convertía en noticia en "El Aldeano", una historia que no sólo no se olvida, sino que se comparte con los comensales que la quieran ver fotografiada en los cuadros que cuelgan de sus paredes. Con una capacidad para 36 personas, en fin de semana mejor reservar en el 619218669.

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