Gabardina o trench, el nombre es lo de menos. El caso es que el clásico abrigo ligero para la lluvia popularizado por Burberry se convierte en fuente de inspiración para vestidos y prendas de exterior que serán una constante por las calles el próximo otoño.
Algunas "influyentes" ya se han adelantado a la tendencia este verano. Una de ellas es Meghan Markle, duquesa de Sussex, que luce como nadie un estilo que aporta una imagen limpia y elegante. A la esposa del príncipe Harry le gustan especialmente los modelos sin mangas como el que llevó con motivo de la visita a la exposición por el centenario del nacimiento de Nelson Mandela, en el Southbank Centre's Queen Elizabeth Hall de Londres.
La nueva "royal" triunfó ese día con un look rosa empolvado, de la firma canadiense House of Nonie, que cuesta unos 700 euros.
Lo llevó con el bolso bandolera Clifton, de Mulberry, y zapatos de tacón de Dior. Para peinarse eligió el moño despeinado o "messy bun", que tanto le gusta.
En un clima como el asturiano una gabardina clásica también puede ser en verano la perfecta compañera de un vestidito negro sin mangas. Un collar bonito o unos pendientes llamativos son el complemento ideal a un outfit sencillo pero efectivo.
Para momentos de ocio el trench puede llevarse con una sudadera divertida y pantalones cargo o tejanos. Unas deportivas o mocasines con un poco de plataforma darán el toque maestro. Además la gabardina es el comodín ideal para ir a la oficina en esos días en los que el cielo está encapotado y no hace ni frío ni calor.
En ese caso la mejor compañía es un suéter fino o una blusa de gasa con una falda lápiz o pantalón palazzo.
