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Un camino entre pucheros

A mesa puesta en Orlé

En el restaurante del hotel La Carasca, en el concejo de Caso, se pueden comer platos tradicionales y también otros innovadores

Un rincón de Orlé.

Si hay lugares con encanto en Asturias, y hay unos cuantos, Orlé es uno de ellos, en el concejo de Caso. Este pueblo se enmarca dentro del parque natural de Redes, que comparten los concejos de Caso y Sobrescobio, y poblado de numerosas rutas por la Naturaleza de todo tipo y para todas las edades.

Orlé se divide en los barrios de La Nozaleda, en la parte baja, y Cimalavilla, el más antiguo según afirma un vecino. En este pueblo soleyero y rodeado de un paisaje precioso, y aún más en pleno agosto, cuando el sol pone a brillar todos los verdes posibles, está un establecimiento donde se rinde homenaje a la arquitectura local y a la gastronomía asturiana en su bar restaurante. Se trata del hotel La Carasca. Llama la atención su preciosa terraza, donde sillas y mesas combinan con querencia la piedra y la madera, con sus formas naturales.

El gerundense Esteban Brugé Pujol se enamoró de este lugar cuando, buscando hacerse cargo de un hotel-restaurante en la zona rural del norte de España, se encontró con La Carasca. "Lo abrí el 20 de mayo de 2017. Yo soy de zona de montaña. Me gusta mucho Redes, por eso me hizo especial ilusión poner en marcha este establecimiento", dice el hostelero.

Junto a él y en la cocina está Belén Galayo Coya, con sobrada experiencia ante los fogones, habiendo trabajado anteriormente en establecimientos de Laviana, y que gusta de sorprender con su toque personal sin perder la referencia de la tradición.

Durante la semana tienen un menú a diez euros con dos o tres primeros y segundos a elegir, además de postre. Entre algunos de sus platos, que van variando, hay fabada, diversos tipos de cocidos, ensaladas, tomates rellenos con ensaladilla, picadillo, carrilleras y espaguetis con setas.

En fin de semana, por ser más especial, el menú es a 15 euros con un entrante y tres primeros y segundos a elegir. Entre algunos de esos platos ofrecen, en ocasiones, el solomillo con setas, cachopo, croquetas caseras de cecina, bonito con pisto o en rollo, escalivada, chipirones en su tinta o a la plancha, ensaladas tropicales, sin olvidar postres tan tentadores como el arroz con leche, el flan de manzana y el volcán de chocolate.

En su carta, muy variada, destacan elaboraciones como el bacalao confitado con alioli de albaricoque; salmorejo con huevo y jamón, tacos de buey; picadillo, huevos de aldea y patatas y también su parrillada de carnes o el revuelto de bacalao al estilo portugués. Por encargo también prepara cabrito guisado con patatinos.

Durante el fin de semana conviene reservar llamando al 656492023. Con buen tiempo su terraza es un auténtico lujo.

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