El 30 de abril de 1945 Hitler se pegó un tiro en Berlín. Ese mismo día la reportera y exmodelo Lee Miller se fotografió en la bañera del piso del nazi en Munich y alumbró una imagen que ha pasado a la historia: sobre la alfombrilla colocó sus botas llenas de barro procedente del campo de concentración de Dachau, donde murieron sin piedad miles los judíos. Dos años después el pintor alemán Max Beckmann emigraba a EE UU desde Ámsterdam, ciudad en la que residía tras huir de los nazis, quienes en 1937 habían tachado su arte de "degenerado" y le habían prohibido exhibir sus obras en público. Bastante antes había tenido que salir de Rusia la pintora polaca Tamara de Lempicka, escapaba de otra tiranía, la de los bolcheviques, que en 1917 encarcelaron a su marido, el abogado también polaco Tadeusz Lempicka, con quien tuvo a Kizette, su única hija, obligada a irse del París ocupado por los nazis en 1941 a EE UU.
Artistas marcados, en su vida y en su arte, por los acontecimientos de un trepidante y agotador siglo XX. Todos fueron capaces de conjurar sus miserias, su miedo y su desgracia para alumbrar creaciones artísticas de las que hoy se puede disfrutar cómodamente en museos y salas de exposiciones, para saborear su maestría y también, lo más importante, para aprender y sacar conclusiones que deberían ser positivas y ayudar a no reincidir en errores del pasado.
Los citados son un puñado de creadores unidos por la historia reciente y por la exhibición actual de su obra en algunas de las grandes salas de España en la recta final de este año. Junto a ellos, muchos más.
En el Museo Thyssen se ocupan de "Max Beckmann. Figuras del exilio" hasta el 27 de enero. Reúne 52 obras de su primera etapa alemana y de la segunda, ya huido a Ámsterdam y posteriormente a EE UU.
Tamara de Lempicka recala por primera vez en Madrid a través de una exhibición en el palacio de Gaviria que primero pudo verse en otras grandes ciudades europeas. Considerada una de las principales artistas exponentes del Art Decó, la polaca destacó por sus sofisticados retratos y desnudos. En la capital, hasta el 24 de febrero.
Hasta Barcelona hay que irse, concretamente a la Fundación Joan Miró, para descubrir una de las facetas más desconocidas de la intrépida Lee Miller: su incursión en el surrealismo en Gran Bretaña, donde se estableció con su marido, Roland Penrose. Es hasta el 20 de enero y, aparte de las fotografías de Miller, se incluyen creaciones de Joan Miró, Man Ray, Paul Nash, Salvador Dalí, Eileen Agar, Max Ernst, Henry Moore, Leonora Carrington, Yves Tanguy y Penrose, entre otros.
El pueblo judío eternamente perseguido y quizá por eso fuerte, unido y prolífico en alumbrar grandes artistas de la historia universal, protagoniza dos exposiciones que bien pueden ser la cara y la cruz de su atribulada existencia. En el Centro Arte Canal madrileño han prorrogado hasta febrero la apertura de "Auschwitz", dedicada a recordar la tragedia de uno de los más tristemente famosos y letales campos de exterminio nazis. Son más de 600 objetos originales reunidos; entre ellos, los famosos pijamas a rayas que llevaban los prisioneros. Más amable es la propuesta del Centro Sefarad. La historia, tradiciones y cultura de los judíos del norte de Marruecos son retratados por la pintora Bettina Caro (Tánger, 1954). Sus cuadros, además de joyas y objetos familiares, se exhiben hasta el 28 de diciembre.
No podía faltar, en el que año que se conmemora el siglo del final de la Gran Guerra, un montaje dedicado al primer envite bélico del siglo XX y que marcó a generaciones de artistas. En este caso, la exposición llega de mano de Patrimonio Nacional y no es el arte su objeto, sino documentos. En concreto, las cartas que se han rescatado de los archivos del Palacio Real, centradas en el rey Alfonso XIII, en el afán de dar a conocer su "acción benefactora, prácticamente desconocida, que tuvo una enorme importancia a nivel humano y diplomático en la contienda, en especial con Bélgica, Francia o Alemania". El Palacio Real la tiene abierta hasta marzo.
Los apasionados de la Historia Antigua y, en concreto, de Egipto no pueden dejar de pasarse por el Caixa Fórum. Allí abre hasta el 20 de enero "Faraón. Rey de Egipto", nutrida con fondos del British Museum. El Museo del Romanticismo se apunta a otra efeméride, ésta quizá más desapercibida: los 150 años de la revolución conocida como "La Gloriosa", que acabó con el derrocamiento de Isabel II. Cuadros, ropa y todo tipo de objetos contribuyen a explicar el acontecimiento histórico (hasta el 13 de diciembre).
Los amantes de la moda pueden recalar en la Academia de las Bellas Artes de San Fernando, donde han elegido a todo un icono patrio, la exmodelo y hoy asesora estilística Naty Abascal, para montar toda "Una crónica de moda", con algunos de sus más famosos vestidos y retratos de sus posados, y diseñadores que han marcado época, como Valentino y Balenciaga. También marcó época con sus pósters el artista pop Roy Lichtenstein, al que dedican una exposición en la sala Canal Isabel II hasta el 5 de enero.
¿Con la Navidad y el invierno a la vuelta de la esquina alguien echa de menos el verano? Una de sus mecas, el Mediterráneo, ha sido elegido por la Fundación Mapfre, que invita a "redescubrirlo" de la mano de los artistas que se sintieron atraídos por su fascinante paisaje de aguas cristalinas, luz revitalizadora y olor a limoneros, pinos y lavanda. Van Gogh, Cezzane, Sorolla y Renoir, entre muchos otros genios, tienen cabida en esta atractiva muestra hasta el 13 de enero. Y aún más. El "padre" de todos los museos en España, el del Prado, está de cumpleaños. Y su 200.º aniversario lo celebra con varios actos que comienzan el lunes e incluyen varias exposiciones centradas en su historia.
¿Más ideas ? Próximamente llegarán Van Gogh al Círculo de Bellas Artes y Leonardo da Vinci, del que se cumplen 500 años de su muerte, a la Biblioteca Nacional.
