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Un camino entre pucheros

El ayer se saborea en Ibias

José Enrique González está al frente del hotel restaurante Tixileiro, en Sisterna, donde los productos de la zona protagonizan su cocina

Enrique González y José Enrique González Gavela posan junto a la imagen del oso que es la gran protagonista de su terraza. ANA PAZ PAREDES

El otoño es el mejor momento para disfrutar de los colores y olores de los bosques asturianos, un paisaje que año tras año se descubre diferente a los viajeros que saben mirarlo con cariño y lo disfrutan recorriéndolo, cada año, como si fuera la primera vez. Entre algunos de los concejos asturianos donde este paisaje forma parte indiscutible de su esencia está Ibias, en el Suroccidente asturiano, una tierra que, cuanto más se conoce, más seduce al viajero tanto por la naturaleza como por su historia y por su gastronomía.

Entre algunos de los pueblos por los que caleyar es un placer está Sisterna/Astierna, una hermosa aldea que, aun con pocos vecinos, se llena de vida en época vacacional y en los largos fines de semana. Allí fue donde los padres de José Enrique González Gavela abrieron hace 31 años un hostal que, a lo largo de los años, iría ampliándose y rehabilitándose hasta lo que es hoy, un hotel restaurante donde no falta ni el servicio de spa. Lleva con orgullo el nombre de Tixileiro, en homenaje a los artesanos del torno de pedal, hacedores de lo que antaño se conocía como "la vajilla de madera", piezas que se definían como tixelas. "Muchos de estos artesanos bajaban por la zona de Galicia y como allí hacían cuencos al final también se les llamó cunqueiros", explica Enrique González, el padre de José Enrique, y al tiempo añade que "eran cuatro los pueblos de los tixileiros: Sisterna y El Bao, en Ibias, y Tablado y El Corralín, en Degaña".

Con semejante querencia es normal que quien manda en la cocina, Esperanza Gavela, guste de recuperar platos tradicionales como los cachelos con muochu (salsa) o las fichuelas.

"Estas últimas se hacen igual que los feisuelos, pero aquí , además de los ingredientes habituales, no llevan leche, sino agua. Se preparaban en el día previo a la fiesta del pueblo, en que se mataba un animal y se les añadía un poco de sangre", explica.

Tanto los cachelos con moucho como las fichuelas se hacen hoy por encargo. Pero en el Tixileiro se puede disfrutar de otras elaboraciones que tienen sus seguidores, como es el caso del entrecot, solomillo o chuleta con ternera de la zona; bacalao al estilo Tixileiro, lubina al cava, diversas ensaladas, el plato especial Tixileiro (picadillo, huevos y patatas), croquetas caseras, truchas y crujiente de jamón serrano; tabla de quesos de Tineo o de embutidos variados y, por encargo, fabada asturiana, pote de berzas, fabes con jabalí; botillo con cachelos, morcilla y verdura; pulpo a la gallega o pitu guisado. También postres como arroz con leche, feisuelos o alguna tarta casera, entre otros.

De octubre a marzo no hay menú entre semana, aunque quien lo quiera puede encargarlo, siendo lo más habitual que quien llega sin hacerlo pueda comer a la carta, como sucede llegado el fin de semana. El Tixileiro cuenta, además, con una tienda amplia con productos no sólo del concejo, sino de toda Asturias, tanto alimenticios como artesanales. En fin de semana es necesario reservar en el 985818707.

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