La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La alegría de la huerta

Brócoli, repollo y coliflor para dejar plantados

Pocas pero ricas verduras para cultivar con el frío

Kale, o col rizada, cultivado en Asturias.

El otoño ha llegado para quedarse y dentro de poco más de un mes dará paso al invierno. Época de cambios para la huerta en Asturias, aunque hay unas cuantas hortalizas que se pueden plantar en esta época y sobrevivir a las bajas temperaturas y lluvias que se avecinan (dentro de algo menos de una semana llegará otro frente a la región de frío y nieve).

Brócoli, coliflor y repollo son las mejores opciones: resisten a las heladas, crecen rápido y ofrecen muchas posibilidades en la cocina con sencillas recetas (sopas, al vapor, salteados con ajo, en guarnición, horneados con queso en el caso de la coliflor...) y también muy nutritivas. Es tiempo también de intentarlo con los guisantes: bien en semillero o bien directamente las plantas a la tierra. En este último caso, con suerte, para enero se podrán obtener las primeras vainas. Las espinacas, aunque no muy habituales en las huertas asturianas, también se cultivan en otoño e invierno.

En cuanto a semilleros, se puede pensar ya en fabas de mayo, los citados guisantes, ajos o cebollas, aunque quizá conviene más esperar a fin de año para que a la hora de trasplantarlos a la tierra coincida con los últimos coletazos del invierno.

Con todo, a estas alturas aún se puede disfrutar de verdura tardía del verano. En los puestos de los mercados siguen a la venta pimientos, zanahorias -a éstas les queda tiempo- e incluso tomates, aunque ya con menos calidad y escasa maduración, lo que convierte en arriesgado llevárselos a casa: en vez de madurar lo suficiente pueden acabar pudriendo (ojo con las manchas negras).

Compartir el artículo

stats