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Un camino entre pucheros

Tiempo de chuletón en Gedrez

Carnes de la tierra, guisos tradicionales y atención cercana son las - señas de identidad de Casa Grabelón, en el pueblo de Cangas del Narcea

Regiane Alves Da Silva, José Manuel López con la hija de ambos, María, en brazos, y Leonides Marcos Rodríguez, en el exterior del local. ANA PAZ PAREDES

Gedrez, en Cangas del Narcea, es uno de esos pueblos asturianos que bien pueden presumir del lugar en el que fueron levantados. Tanto el pueblo como el entorno merecen más de una visita para disfrutar de la belleza del bosque que los rodea, de la cocina y de la atención de locales como el que dirige José Manuel López Collar, al frente del restaurante y también hotel rural Casa Grabelón, un clásico de la zona que fue creciendo a medida que lo hacía la fama de su cocina y la clientela que hasta allí se acercaba. Así lo recuerda él mismo. "Esto lo abrieron mis padres hace 44 años. Al principio era muy pequeño y era tienda-bar, pero no se daban comidas. Cuando yo me casé fue cuando abrimos el primer comedor. Mi madre ha estado aquí al frente de los fogones toda la vida y aun retirada no puede evitar darse una vueltina a ver cómo va todo", afirma él sonriendo.

El nombre del local se debe al barrio en el que se levanta, que se llama de igual forma, según explica José Manuel, que, además, presume de la carne de ternera ecológica que se ofrece en su local, proveniente de la ganadería familiar. "Aquí gusta mucho el chuletón, que lo ponemos a la piedra", recuerda este hombre, que está al frente del comedor y la barra junto a su mujer, Regiane Alves Da Silva, mientras que en la cocina es Leonides Marcos Rodríguez quien al frente de los fogones se mantiene fiel a las recetas tradicionales de la casa, siendo buena conocedora de la gastronomía de la zona y de la asturiana en general.

Durante la semana tienen un menú a diez euros donde se puede elegir entre tres primeros, tres segundos y postres. Algunos de los platos que ofertan de lunes a viernes y que van cambiando son embutidos variados, fabada, pote, ensalada, varios cocidos y carnes como pollo guisado o filete de ternera con patatas, o bien truchas fritas u otro tipo de pescado, por citar apenas algunos de ellos. El fin de semana hay que elegir a la carta. En ella, y entre las elaboraciones que cuentan con más seguidores, está el cabrito al ajillo, que es una especialidad de la casa, además del chuletón de ternera ecológica, sin olvidar el repollo relleno.

Otros platos que figuran en la carta son fabas con jabalí, potaje, pulpo, huevos con jamón y chorizo, croquetas caseras, merluza a la plancha o bacalao con pisto y, en carnes, también cachopo tradicional, chuletinas, caldereta de jabalí o caldereta de corzo. Entre los postres se puede elegir la tarta de queso, la de galleta, el flan o el arroz con leche. También hacen menús por encargo para grupos. El fin de semana se aconseja reservar en el 985911370.

Eso sí, antes o después de comer, y si el tiempo acompaña, es imprescindible acercarse hasta el hayedo de Monasterio de Hermo, también territorio osero.

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