Apenas a un mes de terminar 2018 sigue siendo una gozada perderse por la montaña asturiana si se tiene la suerte de contar con un buen tiempo que lo permita. Así, uno de esos lugares con encanto y que, una vez arriba, te hace creer que estás más cerca del cielo, es el precioso pueblo de Sotres, en el concejo de Cabrales, con sus casas de piedra, buena parte de ellas rehabilitadas, y asomadas a los Picos de Europa, a unas montañas que abruman por su belleza y por su grandiosidad. Allí viven Luisa López González y Manuel López López, que están al frente de un hotel restaurante señero en la zona, La Perdiz, que abrió sus puertas en marzo de 1986 y donde los guisos hechos con calma, con paciencia y con cariño corren a cargo del primero, como bien reconoce su mujer.
"Aquí los pucheros son cosa de Manuel. Y los guisos. Y el cabrito, las carrilleras, las albóndigas, todo ¡y hace unas tortillas!", dice ella con admiración y una simpatía arrolladora. Luisa López, que empezó el negocio hostelero con sus padres, siendo ella y su marido los continuadores, atiende el comedor, el hotel y además es la autora de toda la repostería. "Tengo mucho y casero. Por ejemplo, las natillas de naranja, la tarta de quesu con mermelada de arándanos, la de chocolate y dulce de leche, la de turrón, la de tres chocolates o el arroz con leche. Tengo más, pero me gusta ir variándolos", afirma ella.
No cierran nunca y ofrecen tanto comidas como cenas. Tienen un menú donde van variando los platos y siempre con el mismo precio, 13 euros, con cinco primeros y cinco segundos a elegir toda la semana. Entre ellos, por ejemplo, está la fabada o el pote, ensalada al cabrales, provolone a la plancha, huevos fritos con boronchu, cachopo de ternera o albóndigas de ternera al cabrales y sidra. También tienen otro a 25 euros con otros varios a elegir de primeros y, entre los segundos, cabrito o entrecot de buey. A destacar la recuperación de algunos platos tradicionales, como el que prepara Manuel López, el cocido de garbanzos con carne curada de cabra o de oveja, algo que sin duda le da al guiso un sabor muy especial, "como se hacía antes y aprovechándose todo", matiza el autor.
Tiene una carta amplísima y, en ella, platos que gustan tanto como los tortos con picadillo, huevos y patatas o los que llevan cabrales y cebolla caramelizada; truchas con jamón, tosta de picadillo y cabrales, la variedad de cachopos, fabes con marisco, revuelto de picadillo, chuletón de ternera o la ensalada de cecina y queso de cabra.
En fin de semana se recomienda reservar en el 627168360. Del 15 de diciembre al 15 de enero cierran por vacaciones.
