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Un camino entre pucheros

Pequeños pedacitos de paraíso

Patricio Luis Palma y Sara Peña regentan el restaurante Pusáki, en Cabranes, donde el producto local es el rey de su menú degustación

Arriba, shitake de Cabranes con puré de topinambur y chips de topinambur. A la izquierda, espuma de puerros con coliflor y brócoli con una picada de almendras tostadas y pan. ANA PAZ PAREDES

Empieza un nuevo año y lo hacemos con nuevos sabores, texturas, aromas y composiciones. Tal parece que se hablase de obras de arte, algo que en algunas ocasiones nos permite pensar cuando sentados a la mesa y en un entorno tan sencillo como acogedor sirven algunos platos aromáticos, ricos, tentadores y únicos. Y si además todo ello tiene lugar en una vieja casa restaurada en el pueblo de La Puerta, en Cabranes, en un entorno rural que es un lujo por la belleza y la paz que transmite, entonces es que estamos hablando del restaurante que regentan Sara Peña y Patricio Luis Palma, conocido con el nombre de Pusáki, y que al poco de llegar al pueblo enseguida se descubre con su fachada de color verde esmeralda.

Llegaron el año pasado y apenas modificaron el interior del antiguo Restauratorio. Para ambos es el lugar ideal para vivir, establecerse y cocinar. Amantes del mundo rural y buenos conocedores de la gastronomía nacional e internacional, creen a pies juntillas en los productos locales, hasta el punto de que su menú degustación, al precio de 35 euros por persona, con seis pasos que van variando cada semana, se realiza en función de lo que adquieren. En los cuatro primeros pasos trabajan vegetales y verduras, el quinto es siempre un arroz y el sexto el postre. "Compramos casi todo en ecológico. Apenas tenemos carne, a excepción de cuando ponemos pitu caleya ecológico. Venimos de fuera, pero apostamos al máximo por los productores de la zona", dicen.

Ejemplo de menú degustación sería una espuma de puerros y patatas con coliflor y brócoli torneado con una picada de almendras tostadas y pan; hojaldre de brandada de bacalao y pimientos asados; merluza con emulsión de espinacas y mejillones; shitake con puré de topinambur y chip de topinambur; arroz con pitu caleya ecológico o el que va con andaricas y de postre profiteroles rellenos con una crema de avellanas y mandarina bañados con una salsa de chocolate y una confitura de mandarina. Ellos elaboran, además, diferentes panes, riquísimos cruasanes y todo tipo de bollería, que ofrecen por las tardes en sus meriendas acompañadas de chocolate, café o té.

Con capacidad para unas 22 personas, abren de jueves a domingo, aunque, para encargos y a partir de diez personas, también lo hacen el resto de la semana. Trabajan siempre con reserva, siendo imprescindible llamar al 622017130 y conocer así, además, el menú que ofertan.

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