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Un camino entre pucheros

Los primeros tortos del año

Las hermanas Arango están al frente del bar-tienda El Llavaderu del Alba, un local con encanto y tapeo tradicional en Soto de Agues

El lavadero del pueblo.

Invierno de sol y mucho frío es el que estamos viviendo estos días en Asturias. Los que aman la caleya y los bares de buen comer están de suerte, pues pueden combinar paisaje y gastronomía si van bien abrigadinos a la hora del paseo, ya que una vez dentro del local el calor de la cocina y el buen trato de quien lo atiende hacen el resto. Esto le sucede a cuantos se acercan hasta un localín lleno de detalles que sorprende en su interior en contraste con su aspecto tradicional exterior y que, desde julio del año pasado, regentan las hermanas Rocío y Merce Arango Tejón: El Llavaderu del Alba, en el pueblo de Soto de Agues, en el concejo de Sobrescobio, que comparte junto con Caso el parque natural de Redes.

Dentro hay sitio para veinte comensales, un árbol seco comparte espacio con las mesas donde lucen manteles de hule de colores, jarroncinos con flores y detalles tan cercanos que ponen de manifiesto el carácter de estas mujeres, que combinan, con sabia juventud, el buen trato al público con una cocina sincera, tradicional y al mismo tiempo moderna que ofrecen en su carta de tapeo, pues no tienen menú. En la pared de piedra, una vieja máquina de escribir sorprende a quien la mira, al igual que un teléfono de pared que, sin duda, hace muchos años quedó sin cobertura. También sorprende la amplitud del baño, con acceso para minusválidos.

Entre las raciones que sirven está la ensalada El Llavaderu, con manzana, tomate, gulas y queso de cabra; el pastel de atún, los chorizos a la sidra, la tortilla de patata o bien las tablas de embutidos de la zona o las de quesos asturianos como el afuega'l pitu, cabrales, cabriteru, pría y casín.

Luego, por encargo, sirven hígado encebollado, tortos con huevos fritos y picadillo casero; patatas con huevos fritos y picadillo casero, callos caseros, cachopo tradicional y tortilla de patata grande. Los postres, también caseros, corren a cargo de Rocío, gran aficionada a la repostería y buena conocedora. Ella se encarga de la barra y el comedor mientras que Merce es la artífice de los platos que salen de la cocina. Por encargo también elaboran otras preparaciones, y tienen fama sus batidos naturales. En su interior venden productos de la zona, como los riquísimos Suspiros del Alba.

En el exterior tienen unas mesinas donde es una gozada tomar unas sidras, además de una terraza más amplia, en un prao frente al local, que suelen habilitar cuando mejora el tiempo, a partir de la primavera. Los lunes y martes cierran por descanso y a partir de Semana Santa abren todos los días. El local está junto al aparcamiento general del pueblo. A los aficionados a las Vespas les espera aquí una "curiosa" sorpresa. Para más información, llamar al 651994806.

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