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El queso asturiano destaca en Madrid

La región pisa fuerte, y así quedó demostrado en el recién finalizado Salón Gourmets

Un participante en el concurso de cocina con aceite de oliva virgen extra del Salón Gourmets de Madrid. | EFE

El Salón Gourmets sigue creciendo y en su XXXIII edición volvió a ampliar números: más de 47.000 productos procedentes de casi 2.000 firmas expositoras convirtieron Madrid por unos días en la capital europea gastroalimentaria. El mundo delicatessen confluyó en IFEMA a ver y dejarse ver otro año más, confirmando la pujanza de nuestro país en el sector.

El exotismo llegó del país invitado en esta ocasión, Tailandia, y el binomio vino-aceite mostró nuevamente su fuerza con abrumadora presencia de expositores en los distintos pabellones. Sus respectivos túneles sensoriales fueron focos de atracción para público en general que abordaba el vinícola a través de las variedades de uva, y que se encontraba en el de aceites AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) con la posibilidad de catar las 29 Denominaciones de Origen, casi nada para el paladar.

Abundancia de jamones de linajes superiores, y un sector que crece imparable: el queso. Ahí pisa fuerte Asturias, con los habituales y subiendo al podio del certamen con cinco representantes.

Ningún oro, pero dos platas y tres bronces: en procedentes de vaca joven, 2.º Rey Silo Blanco y 3.º, Vidiago El Maestro Quesero; en vaca curado, el tercer puesto para Rey Silo Massimo Magaya. En azules, bronce para Peralzola, de Illas. Y finalmente en la categoría con condimentos, segundo lugar para Rey Silo Rojo. Y, claro, qué les digo de la sidra, ese deseado Patrimonio de la Humanidad, con Trabanco y Cortina en primera fila, repartiendo calidad e imagen para ese reto tan difícil.

Y los variados concursos. De abridores de ostras, que fue para Yosouf Khay del Mercado de S. Miguel (30 ejemplares en poco más de tres minutos) y donde rondó el asturiano Francisco Núñez. De cachopos, que se fue para Covadonga, al merendero del mismo nombre. De tiraje de cerveza, para Miguel Pampín de O Ferro, de Santiago de Compostela. De sumilleres, para Diego González Borbolla, de Burgos.

Tampoco faltaron las novedades, ni las sorpresas o excentricidades, que si en la pasada edición venían de la mano o más bien en la copa, como un licor de Fuego Valyrio, en ésta habría que adjudicárselo a un licor de jamón.

No se inquieten, pues la edición está limitada a 1.000 botellas.

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