La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Quesu, la gran parrilla del centro de la región, celebra su aniversario

El Llagar El Quesu, un histórico de la gastronomía regional, celebra hoy, viernes, 10 de mayo, el primer aniversario de su aplaudida reapertura.

Tras más de treinta y nueve años de actividad ininterrumpida, el emblemático local inició en la primavera de 2018 una nueva etapa, apostando en todo momento por conservar el estilo y la calidad de siempre e introduciendo mejoras necesarias en las infraestructuras del mismo, como el nuevo parking, la cocina, los aseos o la espectacular parrilla que domina el espacio central del establecimiento.

Dado que El Quesu siempre ha sido un referente en carnes a la parrilla, en esta segunda andadura se han querido respetar, e incluso mejorar, los estándares de calidad de los productos ofertados en su carta. Una carta que, como era de esperar, conserva la selección de platos, postres y bodega de siempre. Y hablando de postres, la casa no se ha olvidado de incluir en sus propuestas varias recetas caseras y típicamente asturianas, además de estar elaboradas sin gluten. Una característica común al resto de productos de la carta y una de las principales novedades introducidas desde la reapertura de hace ahora un año. Prueba de ello es la reciente certificación del Llagar El Quesu por ACEPA (Asociación Celíaca del Principado de Asturias) como restaurante 100% libre de gluten, con una carta totalmente adaptada a estos en la que es posible disfrutar de los sabores tradicionales de la región sin la presencia de gluten. Próximamente, y en la misma línea de innovación, el restaurante ofertará además la carta de postes sin lactosa.

En palabras de la dirección del local, "el verdadero protagonista siempre ha sido el local, con su oferta culinaria y su estilo inconfundible. No podíamos renunciar ni a la decoración existente ni a la forma de hacer las cosas", señalan, "porque siempre ha funcionado muy bien y siempre ha tenido una clientela fiel que ahora encuentra que todo sigue igual, y, en palabras de muchos, incluso mejor".

Otro ejemplo de lo familiar que todo resulta en El Quesu desde el cambio de gerencia son las invitaciones de la casa a los clientes que esperan mesa, ya que el local no admite reservas telefónicas. Como indican sus gestores, "no reservamos y así lleva sucediendo cuarenta años en este local, pero animamos a todo el mundo a venir. Sabemos hacer nuestro trabajo y siempre encontramos una mesa para nuestros clientes: es raro que alguien deje de intentar comer aquí por no poder reservar".

Además de todo lo anterior, hay otras señas de entidad del Llagar El Quesu que permanecen en esta nueva andadura: la increíble colección de llaves antiguas que puede verse en el local o el amplísimo ajuar de herramientas, toneles y útiles de cocina tradicionales que cuelgan del techo y paredes de piedra de este llagar, dignos de cualquier museo etnográfico. Todo ha sido respetado y conservado con el mismo objetivo: conseguir que el cliente habitual no percibiese más cambios que los estrictamente necesarios.

En palabras de aquellos que encuentran que todo sigue como antes a pesar del cambio de gerencia, "el elenco de parrillas del centro de Asturias estaba incompleto sin El Quesu. Hay más establecimientos de este tipo en los alrededores, pero comer en El Quesu siempre es una experiencia única, por lo que su reapertura el pasado año fue una excelente noticia para el amante de las buenas carnes y la buena gastronomía asturiana".

Compartir el artículo

stats