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La alegría de la huerta

Fruta del dragón por Navidad

La peculiar y exótica pitaya, que ahora crece en Asturias, reina en las cestas

Pitayas FRUTERÍA COSTAVERDE

La huerta da alegrías durante todo el año y en Navidad no lo va a ser menos. En este caso toca hablar de fruta y de una muy especial, objeto del deseo de las hoy tan de moda "celebrities" (Gwyneth Paltrow es fan) y que poco a poco se va haciendo muy familiar en los estantes de las fruterías: la pitaya, pitahaya o fruta del dragón. Su origen se sitúa en Centroamérica, aunque a Europa llega sobre todo la cultivada en Asia (Vietnam o Tailandia). En los últimos tiempos y por chocante que parezca, también ha empezado a darse en Asturias.

La frutera de Pravia Begoña Arango es una incondicional desde hace ya varios años de esta peculiar fruta, que salta a la vista por su aspecto tanto exterior -cáscara ovalada de color rosa o amarillo, con pinchos como si fueran pétalos- e interior -pulpa carnosa y blanca, con pequeñas semillas negras-, y que cautiva a los entusiastas de la comida sana por sus muchas propiedades antiinflamatorias y antioxidantes (tiene mucha vitamina C y minerales). "Siempre la tengo en Navidad", sostiene la praviana, partidaria de servir en cada época del año producto de temporada y, a poder ser, de "kilómetro 0", es decir, cuanto más cerca sea producido del lugar de venta al cliente, mejor.

¿Y cómo comer la pitaya? "Al estilo del kiwi", explica Arango. "Se parte a la mitad, en vertical, y con una cuchara se saca el interior. Tiene mucha pulpa aunque no lo parezca, su piel es más bien fina. A mi me recuerda a la chirimoya o al kiwi, aunque es más pastosa". Una pieza puede rondar los 6 ó 7 euros.

La época actual es propicia para encontrar en las fruterías productos especiales, como la citada pitaya, rambutanes, mangostanes, lichis, a los que se unen la típica piña, los kiwis, el caqui, los mangos, las uvas... Al caer están también los fresones de Huelva.

Con tales "mimbres" se logran coloridas y originales cestas de Navidad, en las que el turrón y los mazapanes son desplazados por frutas exóticas y de temporada. Toda una fiesta de color y sabor. "Cada vez tienen más éxito. A la gente le preocupa comer sano y le encanta probar cosas nuevas", concluye la frutera.

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