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La guía secreta de Asturias

Serrapio, una cita con la historia

La iglesia de San Vicente, que se levanta en un promontorio con buenas vistas al valle de Aller, es una joya arquitectónica con singularidades que la hacen única

Paisaje desde el exterior de la iglesia de San Vicente de Serrapio. ANA PAZ PAREDES

Hay lugares en Asturias donde el paisaje y la historia que lo habita, en este caso representada en la iglesia de San Vicente de Serrapio, apenas a un kilómetro del pueblo del mismo nombre, en Aller, llaman poderosamente la atención de viajeros, historiadores y fieles. No en vano, ya el lugar en el que se levanta cuenta con unas vistas magníficas del entorno.

Tanto los datos de la evolución de su construcción como cuanto se descubre en su interior dotan a esta iglesia de un interés que va creciendo según se lee más sobre ella. Según los estudiosos, esta iglesia románica se levantó sobre una primigenia prerrománica y esta, a su vez, sobre un lugar de culto romano al dios Júpiter. Se conserva una lápida de carácter votivo dedicada a este dios pagano, de época romana. Según la inscripción que se conserva, el antiguo templo se consagró en el año 894 o 994. En la actualidad consta de tres naves con triple ábside. Además de sus pinturas murales, que fueron objeto de diversas intervenciones, entre otros aspectos resulta destacable el arco triunfal doble, que descansa sobre dos pares de columnas con capiteles historiados y podio que se extiende a las capillas laterales. La Virgen María, Jesús y otras figuras apostólicas son los protagonistas de la capilla central, mientras que en la izquierda aparecen representados San Cosme y San Damián y en la derecha San Juan y San Andrés.

Llaman la atención algunos de sus capiteles, así como algún motivo decorativo que, a decir de algunos estudiosos, pudiera tener que ver con el Temple. Para ello hacen referencia, entre otros detalles, a la cruz paté que preside la bóveda de acceso. Todo en el interior de esta iglesia sorprende al viajero, como, por ejemplo, los animales fantásticos y los personajes de las columnas. Hay quien interpreta a un caballero templario en uno de los capiteles, donde sobre la grupa de un león aparece un hombre que trata de abrirle la boca al animal. Otra de las figuras que llaman la atención es la de la sirena. El escritor Ernesto Burgos recordaba en uno de sus artículos que un equipo de arqueólogos encontró bajo el suelo inhumaciones que abarcan más de mil años. Para poder visitar el templo hay que ponerse en contacto con Turismo Aller, que hace recorridos guiados durante el verano. Para más información en estas fechas, llamar al 985481439.

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