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La guía secreta de Asturias

Historia con altura en Peñerudes

El buen tiempo invita a disfrutar tanto de las vistas desde el lugar donde se sitúa el torreón como de un paseo por el entorno del embalse de los Alfilorios

Historia con altura en Peñerudes

Hay varias formas de llegar hasta el pueblo de Campo para, desde allí, acceder hasta uno de sus monumentos más emblemáticos: el torreón de Peñerudes (Morcín), en la parroquia del mismo nombre. Una de las más atractivas para realizar en coche es, tras cruzar el pueblo de Argame, seguir por la MO-5 para descubrir, en breve tiempo, el embalse de los Alfilorios, que se reparten los concejos de Ribera de Arriba y Morcín. Es un enclave espectacular, sobremanera cuando los pueblos que se avistan allá al fondo invitan a detener el reloj para adentrarse por la carretera que rodea el embalse.

Apetece, por ejemplo, sentarse en un banco que, junto a un árbol de tronco hueco, se asoma al agua desde el pueblo de El Cogollo, donde también se puede buscar el reloj de sol en su iglesia, al tiempo de descubrir su gran hórreo o, en el pueblo de El Río, detener el paso ante una casa que antaño albergó un molino.

Ahora bien, si lo que se quiere es llegar directamente hasta el lugar donde se levanta el torreón, lo mejor es seguir hacia adelante, en la carretera, sin desviarse hacia ningún lado, para llegar hasta el pueblo de Campo. El torreón se erige entre este y El Palacio, pertenecientes a la parroquia de San Pedro de Peñerudes, en el concejo de Morcín. Este edificio medieval es una de las joyas arquitectónicas de Morcín, junto con las capillas del Monsacro.

En Campo hay que ir hasta las instalaciones del polideportivo, donde hay sitio para dejar el coche, y ya está indicado el camino de subida hacia el torreón que, como el pueblo, se encuentra al pie de la sierra del Aramo, en las estribaciones de la Peña de La Mostayal, de ahí que esta sea una zona senderista muy conocida y también para los amantes de la montaña. El ascenso hasta el lugar donde se levanta el torreón se hace por un camino que no tiene gran dificultad, salvo que en algún tramo es un poco pindio. Pero yendo con tranquilidad y sin prisas se llega sin problema. Ya a medio camino se puede disfrutar de vistas impresionantes del entorno, algo que se confirma cuando se llega a la base de esta construcción medieval, junto a la cual existe un panel informativo para que el viajero reconozca sierras, picos, pueblos y valles.

Sobre la construcción de la torre no hay unanimidad. Mientras que unos dicen que es de origen romano y que fue reformada luego por el rey Ordoño I, otros señalan que la primera alusión a su existencia es del año 1378 en el testamento del obispo Gutierre de Toledo, donde señala que la lega a su hermana. Es de planta cuadrangular y tiene una altura de 17 metros. Conserva la cara norte y parte de los muros este y oeste. Está considerada una transición entre castillo y torre y, además de su función defensiva, también se destaca su característica como torre señorial.

Abajo, antes de iniciar el ascenso, hay una escultura dedicada a los montañeros con un texto del conde Henry Russell, que reza lo siguiente: "Sueño con las montañas inaccesibles, los mares lejanos, donde el sol duerme".

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