Si algo define a las hermanas Teresi y Luisi García Noval, además de ser grandes profesionales en lo suyo, es su cordialidad y su cercanía, un ingrediente de gran valor en la hostelería. No puede haber mejores continuadoras para su madre, Teresa Noval Tuya, que estuvo treinta años al frente del restaurante La Llosa, en Oles (Villaviciosa).
Ellas, nietas además de un gran paisano, Tomás Noval, el último minero azabachero que tuvo Asturias, contagian su pasión por lo que hacen y disfrutan, como es el caso de Teresi, que lleva la barra y el comedor, del trato con el cliente. Luisi, por su parte, que se hizo cargo de los fogones cuando su madre se jubiló, es también una mujer que contagia su pasión por la cocina a través de sus elaboraciones.
Como a tantos hosteleros, la situación que vivimos a causa de la pandemia también le está pasando su factura; sin embargo, no pierden la sonrisa y, mientras puedan, siguen adelante no dejando de encender los fogones para atender a quienes se acercan a su local.
No hay carta impresa, porque para eso está Teresi, que la “canta” muy bien, pues no solo dice lo que se ofrece, sino que, además, lo explica con peros y señales. "Yo disfruto mucho hablando con los clientes, explicándoles la carta, conociendo sus preferencias y asesorándolos sobre nuestra cocina", explica Teresi con una sonrisa.
Así, en esta temporada, están la sopa de llámpares y la de hígado, fabada y pote con compango casero, ambos de premio; espárragos rellenos de gambas con bechamel gratinada, pimientos y cebollas rellenos de jabalí, croquetas “secretas”, calamares fritos frescos y también en su tinta, raya guisada, pixín al horno o en fritos (estos, de sobrada fama en la zona), lubina a la espalda, callos caseros, carne guisada de ternera y cachopo tradicional en hojaldre, por citar algunos platos.
Durante el verano, la carta cambia, se dejan de hacer platos “rellenos” y se opta por una oferta más amplia de preparación de diferentes pescados frescos, con protagonismo del bonito en rollo, otra especialidad de Luisi.
En cuanto a postres, también realizados por ella, ahí están su arroz con leche “requemadín”, el pastel de chocolate caliente con helado, o la tarta de queso con mermelada de arándanos, también hecha por ella. Abren fines de semana y festivos hasta el 15 de julio; a partir de ahí y hasta mediados de septiembre abren todos los días, salvo los miércoles, que cierran por descanso. Tiene una terraza estupenda. Reservas en el 985897137.
Antes o después de comer
La ría de Villaviciosa
Es un espectáculo en sí misma, tanto en plena marea baja como cuando sube o está en marea alta. Tiene numerosos rincones que invitan a descubrirla y fotografiarla.
Sietes, joya etnográfica
Los amantes de la etnografía y, sobre todo, de todo cuanto se refiere a construcciones como hórreos y paneras tienen una cita obligada en el precioso pueblín de Sietes.
El puerto de Tazones
Este muelle engancha desde la primera vez que se ponen los pies en él. Pura marinería y callejuelas por las que subir y bajar para descubrir, por ejemplo, la casa de las conchas.