El restaurante Moniello puede decirse que está arropado por el paisaje que, sin duda, inunda su comedor acristalado e invita a relajarse disfrutando de lo que se sirve a la mesa. Y es que el área recreativa de Moniello, en Gozón, es todo un espectáculo tanto por cuanto abarca, como por su perfecta combinación de pradería y mar. Desde allí se puede ver, desde la playa del mismo nombre a la punta de La Vaca, un pequeño cabo que es muy conocido por los aficionados a la ornitología pues es uno de los mejores lugares para observar el paso migratorio de aves marinas. Con semejante escenario y un local que “engancha” desde que se descubre, es normal que la gente disfrute con lo que sale de la cocina en cuyos fogones manda María Dolores González. José Luis Pena Díaz, gerente de este establecimiento junto con su socio José Ramón Artime, recuerda que visitaba con querencia este sitio cuando antaño era chiringuito. “Yo venía aquí y me sentaba a tomar algo viendo esas puestas de sol, no sé, era algo idílico”, recuerda él, cuarta generación de una gran familia de hosteleros. Cuando finalmente pudo coger la concesión, y tras poner en pie el edificio obra del arquitecto César Bousoño, con un diseño de interior del propio José Ramón Artime, quien aparte de trabajar en el restaurante también es diseñador, abrió sus puertas en abril de 2018. José Luis Pena se encarga de dirigir barra y comedor.
No hay menú y si un carta diferenciada y única donde priman los productos de la zona como los pescados, las carnes, las verduras o la leche, por citar algunos. Entre los platos con más demanda están sus famosas croquetas cremosas de jamón, langostinos crujientes con alioli de cítricos, pastel de pescados del cantábrico; tortitas de carrillera, guacamole y cebolla encurtida, pixín alangostado en salpicón, calamar en fritura; pulpo, patata rota y aceite de pimentón, albóndigas de merluza en salsa de langostinos y lomo de bonito asado en salsa de tomate. También tienen sus seguidores el guiso de pitu y su guarnición o la hamburguesa de cordero lechal en pita. Y de postre, por ejemplo, ahí está el brownie de chocolate con helado de limón, el arroz con leche o el tocinillo de cielo con helado de leche merengada.En la zona, y además de sus vistas, hay un buen aparcamiento, así como parque infantil.
En fin de semana conviene reservar en el 985914982.
Antes o después de comer
Un paseo por Luanco
Es obligatorio si se quiere conocer un puertín asturiano con puro sabor marinero. Tanto la zona del puerto en sí, como en su zona más urbana con edificios tan singulares como su famosa Torre del Reloj.
Acercarse al Cabo Peñas
Otro visita ineludible si se anda por el concejo de Gozón es acercarse a un lugar de un belleza que sobrecoge: El Cabo Peñas. Allí mismo está también el Centro de Interpretación del Medio Marino de Peñas.
El patrimonio marinero
En todos los sentidos, se encuentra expuesto en el Museo Marítimo de Luanco. Entre sus colecciones permanentes está la dedicada la biología marina, la carpintería de ribera y la pesca tradicional.
